La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El seno materno, patera mortal

94.123 abortos en España y 3.115 migrantes muertos en el Mediterráneo. El seno materno, más peligroso que una patera

Prosigue esa matanza de los inocentes que es el aborto sin causa terapéutica. En la época de mayor bienestar conocido, de los anticonceptivos seguros y asequibles, de la educación sexual, de la eliminación de los prejuicios sociales y legales que marginaban a las madres solteras y a los hijos nacidos fuera del matrimonio y de los avances científicos en biología y genética es desolador que sea considerado un derecho conquistado en la lucha de la mujer por sus libertades. Se mata sabiendo lo que se hace y a quien se mata. Se utiliza el aborto como un brutal, asesino y traumático anticonceptivo. Un asesinato legal y democráticamente decidido, como la pena de muerte.

No es cuestión sólo de creencias religiosas, sino sobre todo de ciencia y ética. Como ha escrito Nicolás Jouve, catedrático de Genética y presidente de la Asociación de Investigadores y Profesionales por la Vida: "Los avances de la biología, y en particular de la genética molecular, la genómica y la genética del desarrollo, han aportado la evidencia suficiente para desvelar aquellos aspectos que planteaban dudas hace tan sólo unas décadas… Las aportaciones de la Biología Celular y la Genética a la clarificación del concepto de vida no es una cuestión de creencias... Es por ello por lo que cabe afirmar que el hombre, siendo inmutable en su identidad genética, lo es del mismo modo en su esencia humana y en su condición de persona, por lo que, desde la concepción hasta la muerte, debe ser considerado persona en el mismo grado... Por su especial dignidad, un ser humano ni en el estado embrionario ni en cualquier otra etapa de su desarrollo debe ser considerado y tratado como un medio para otros fines. Un ser humano es un fin en si mismo".

Desgraciadamente pocos Open Arms luchan por salvar la vida de los fetos en su travesía hacia la vida, mucho más peligrosa que la que emprenden los desesperados que se arriesgan a escapar de la miseria o la opresión en pateras. Se han publicado las cifras de abortos en España en 2017: 94.123. Ese año murieron en el Mediterráneo 3.115 inmigrantes. Dos tragedias. Está claro que el seno materno es más peligroso que una patera. Y las pocas voces que se alzan a favor de la vida -ya sean personales como la del compañero Rafael Sánchez Saus ayer, religiosas, éticas o científicas- son condenadas como reaccionarias, irracionales y enemigas de la mujer y sus libertades. Desolador.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios