Las oposiciones a nuestra Policía Local de Sevilla están próximas a concluir, a falta de la prueba médica final que certifica la aptitud de los futuros agentes. Se han presentado 1.800 aspirantes y sólo un porcentaje menor al 10% ha conseguido aprobar todo el proceso. Sin embargo, de los 177 aprobados, que han demostrado sus conocimientos a lo largo de hasta siete pruebas diferentes extendidas durante un año, sólo podrán entrar 91, teniéndose que desechar al resto para futuras convocatorias, comenzando todo el proceso desde el principio, con el consecuente gasto y organización que ello conlleva. Mientras, el cuerpo policial hace aguas, faltando más de 400 agentes y desatendiendo llamadas por falta de personal. Expertos denuncian dichas carencias y advierten de la necesidad de aumentar el número de plazas. Una ciudad como Sevilla no merece esto, pero lo que obtenemos como respuesta es la convocatoria de un número ínfimo de plazas, muy por debajo de las necesidades reales, cuando lo que tendríamos que hacer sería no desechar a ninguno de los aprobados, personas increíblemente preparadas que podrían salir como agentes en la próxima primavera, además de convocar al menos 200 plazas más para acabar de una vez con la desasistencia policial que sufrimos. La ciudad lo necesita.