La Consejería de Salud de la Junta emitió este domingo por la tarde una resolución en la que decreta el riesgo sanitario en todo el municipio de El Coronil, cuando se cumplen hoy 34 días de la huelga de basura, que arrancó el 8 de enero convocada por el SAT sin el respaldo de los cinco operarios de la plantilla, para que se reactive la bolsa de empleo con la que se venían cubriendo dos de los puestos de peón del servicio. Con esta nueva resolución de alerta sanitaria -la tercera en menos de siete días- está previsto que hoy se retire la basura acumulada en las calles, más de 400 toneladas, para lo que se desplazará maquinaria de la empresa pública Tragsa, ante un importante despliegue de la Guardia Civil.

El pasado viernes, cuando el decreto de alerta afectaba únicamente a varias zonas del municipio (la Vereda de Arcos, la calle Torbis, la del Bosque junto a la calle Industria y un punto cercano a la calle de la residencia de ancianos), unas 200 personas del SAT impidieron que la maquinaria llegara a entrar en el pueblo, cortando la carretera, tirándose delante de los camiones. La Guardia Civil consideró que no podía garantizar la seguridad y el operativo se suspendió.

El ex alcalde de El Coronil y secretario general del SAT, Diego Cañamero, defendió ayer la actitud del sindicato, ya que considera que no existe tal riesgo sanitario y que las resoluciones que está emitiendo Salud se basan en criterios políticos. Los técnicos -asegura- advirtieron de un problema en la salida del pueblo hacia Montellano, que el SAT limpió el jueves. Sobre el resto de zonas, apuntaban que había "un riesgo previsible" por el número de bolsas, los días de duración de la huelga y la proximidad a zonas habitadas... Nada determinante, desde la perspectiva de Cañamero, que no fuera la decisión de los responsables socialistas de apoyar al regidor, Jerónimo Guerrero, en lo que cree un "pulso" abierto contra el SAT y en un pueblo que es referente de la lucha obrera, dijo. En el momento que el sindicato considere que existe ese riesgo para la población ellos mismos ayudarán a quitar la basura, destacó.

Aunque la Guardia Civil y los operarios de Tragsa logren hoy que se retire la basura acumulada, no supondrá el final al conflicto. La huelga sigue adelante y las posturas continúan completamente enfrentadas. Cañamero reiteró ayer que no aceptará ningún acuerdo que no pase por la reactivación de la lista de empleo, tal y como ha funcionado doce años: con 525 personas apuntadas, que entraban por estricto orden de antigüedad, de forma que el trabajo se reparta y volvió a pedir que se haga una "consulta popular", que "puede organizarse en tres o cuatro horas", para que la gente del pueblo vote en asamblea si está de acuerdo o no con que siga siendo así.

El alcalde, por su parte, censuró ayer la intransigencia del SAT, al que acusó de jugar con la salud, y subrayó que es obligatorio que la Subdelegación del Gobierno de la Junta garantice que se pueda recoger la basura. Asegura además que va a comenzar a trabajar en una nueva lista para que parte de las personas que están en la de la basura se puedan beneficiar de las contrataciones con los planes de urgencia, a la vez que insistió en que el Ayuntamiento no puede contratar a nadie más. Los únicos contratos que se han hecho con fondos propios desde diciembre de 2011 han sido dos: un chófer para el camión de la basura por una baja de un mes y otro de un puesto de conserje por otra baja. El resto han sido con el PER y los programas de emergencia, para lo que hay que cumplir unos criterios concretos. "Si hubiéramos hecho 19 contratos en seis meses, como dice Cañamero, estarían denunciados por el SAT", insistió el alcalde.