El presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos (PSOE), defendió ayer la convocatoria a través de la cual el ex concejal socialista en el Ayuntamiento de Sevilla en la etapa de Sánchez Monteseirín, Blas Ballesteros, ha sido contratado ahora como gerente del Consorcio Provincial Aguas de Sevilla, aunque ya había ocupado otros puestos de confianza en el organismo. Villalobos, que preside también ese Consorcio, negó que este contrato a Ballesteros, ya como directivo profesional, se trate de un "escándalo". 

El procedimiento está avalado por un informe del secretario de consorcio, que es también vicesecretario de la Diputación, que concluye que "se cumplen" las leyes que afectan a los de entes locales. No obstante, aclaró que quien "ha llevado a cabo el procedimiento" de la convocatoria ha sido el vicepresidente del ente, Joaquín Fernández Garro,  vicepresidente de Aljarafesa (empresa instrumental de la Mancomunidad del Aljarafe) y alcalde de Umbrete. Villalobos le delegó esta competencia, entre otras del presidente, en marzo de 2016, cuando fue nombrado. 

El presidente esgrimió ese informe para desmentir las acusaciones del PP y de C's, que denuncian que la plaza ha sido un "traje a medida" para Ballesteros. Pocos días antes de que saliera la convocatoria había sido cesado como cónsul honorario de Brasil en Sevilla y fue el único candidato que optó a la plaza. Hubo otro, pero presentó la solicitud fuera de plazo. El PP ha pedido que se revoque su nombramiento, porque considera que puede haber irregularidades. "Se ha dado cumplimiento a las determinaciones" de la Ley de Haciendas Locales y del Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales, insistió el presidente, que respondió a la polémica tras anunciar la reapertura de la iglesia de San Luis de los Franceses. 

"El fedatario público dice que esto es correcto, que se ha hecho legalmente, no puedo admitir un escándalo", subrayó, y tachó de "farsa" la tesis de la oposición que, recordó, ya tiene representación en los órganos directivos del Consorcio. En cuanto al sueldo, de 69.800 euros anuales, es lo que habitualmente cobran "los gerentes de todas las diputaciones". "¿Es mucho? A lo mejor", planteó. 

Este consorcio provincial de Aguas fue creado en 2003, cuando Luis Navarrete era presidente de la Diputación Provincial y Alfredo Sánchez Monteseirín, alcalde de Sevilla. Aunque está adscrito a la Diputación, en él se integran otras empresas públicas de suministro y saneamiento de agua. Su objetivo era coordinar las políticas relacionadas con el ciclo integral del agua en los distintos territorios, con el objetivo de impulsar la fusión de empresas públicas, de forma que se garanizara la calidad del suministro en el conjunto de la provincia, y reducir las diferencias entre el área metropoliana y zonas rurales. En su momento, Villalobos llegó a pedir para el ente la gestión del pantano de Melonares. 

Pero lo cierto es que no ha conseguido sus grandes objetivos. La resistencia de las empresas públicas que son rentables a fusionarse con otras, de zonas más rurales y que arrastran problemas y necesitan inversiones, ha sido enorme. Tampoco ha sido capaz de impulsar al ritmo previsto obras estratégicas, como las depuradoras que hacían falta para cumplir con la directiva europea de aguas, si bien ésto también se ha debido a la falta de disponibilidad de fondos de la Junta. Sólo ha coordinado algunas obras mejora en los pueblos y asesorado a algunos municipios, sobretodo a los 23 que no están integrados en ningún otro sistema de abastecimiento. Su presupuesto para este año no llega a los 390.000 euros y más del 90% va a personal: al margen de los puestos directivos y de intervención, tiene tres técnicos y dos auxiliares. Muchas veces el PP ha pedido su disolución, aunque el gobierno lo ha descartado.