La conversión en vía verde del antiguo trazado del ferrocarril entre Minas de Cala y San Juan de Aznalfarache, incluidos sus ramales, sigue ganando apoyos en la provincia de Sevilla.

Al Ayuntamiento de Guillena, se ha sumado este jueves la Diputación de Sevilla, que, en el último pleno antes de las vacaciones, ha apoyado una declaración institucional a favor de poner en valor el recorrido y de proteger el patrimonio industrial vinculado a ese tren de mineral, que llegaba hasta el Guadalquivir.

El movimiento ha cogido fuerza desde que, en mayo, se demolió sin solicitar permiso alguno -hay un expediente abierto en el Ayuntamiento de Guillena- la antigua estación de La Rigüela y los pilares de su depósito de agua, en el kilómetro 53 del trazado.

También se sepultó y "destrozó" en parte la plataforma, hasta el kilómetro 55, según se recuerda en la declaración, en la que se subraya la "pérdida de un patrimonio histórico" que debe ser "un toque de atención", porque la propia ley lo protege y tiene un valor potencial para el turismo de la zona. 

Así, PSOE, PP, Adelante, Cs y Vox respaldan la idea de crear una "mesa de trabajo y diálogo" en la que haya respresentantes de los municipos afectados, entidades promotoras y agentes sociales para trabajar en esa línea.

Ha sido en un pleno rápido en el que no se han incluido mociones de los grupos políticos, más allá de esta declaración y otra de apoyo a las reivindicaciones de los regantes del Bajo Guadalquivir. Según han indicado fuentes de la institución, ha sido por petición y acuerdo de todos los grupos políticos.

En su último intervención, el presidente, Fernando Rodríguez Villalobos, ha instado a los representantes públicos a "descansar" de cara al que será un "curso político bastante calentito", pasado el ecuador del mandato y con cambios en importantes instituciones de la provincia.