El Betis recibirá mañana por la noche al Rennes, aunque desde hoy ya comenzarán a llegar parte de esos 2.300 hinchas franceses que se esperan en las gradas del Benito Villamarín. El enfrentamiento de la UEFA Europa League ha despertado una gran expectación en la ciudad bretona y sus aficionados se desplazarán de manera masiva hacia la capital hispalense.

De hecho, desde pocos días después de que se conociera el emparejamiento en el sorteo, el propio Rennes informaba en su web de los vuelos especiales que se habían programado para cubrir las peticiones de sus hinchas. Además, el 3-3 de la ida en Roazhon Park, que dejó abierta la eliminatoria, provocó que más aficionados se hayan animado a viajar hasta Sevilla.

No se esperan incidentes, después de la ejemplar convivencia entre las aficiones de la pasada semana -los únicos altercados fueron entre béticos-, aunque casi un millar de efectivos, entre ellos 500 policías nacionales, además de efectivos de la Policía Local y otros servicios, forman el dispositivo de seguridad que se ha preparado para el partido, el habitual en las competiciones europeas.

El encuentro fue declarado de Alto Riesgo por la Comisión Antiviolencia, según el protocolo de los partidos de la UEFA, y por su cercanía con el Sevilla-Lazio de hoy se ha planteado un operativo de seguridad similar y ya ha sido activado de forma preventiva.

Además, según informó la Subdelegación del Gobierno, en la mañana del jueves, el día del encuentro, se reforzará la presencia policial en las zonas más turísticas de la capital hispalense.

El estadio abrirá sus puertas a las 19:00 horas, dos horas antes del partido, para facilitar el acceso de los aficionados, a los que el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Carlos Toscano, que presidió la reunión de seguridad, ha pedido que disfruten de él con deportividad para que transcurra "con la máxima tranquilidad y civismo".