El Betis no olvidó del todo que el partido empezó 3-0

El 0-3 que el Betis se fraguó en Flandes podía llevar a los verdiblancos a afrontar el trámite de la vuelta a que no pasara nada. A que los minutos se fueran desgranando sin remisión y que la evidentísima superioridad técnica, física y táctica de los anfitriones acabara decantando el partido casi por inercia. Y aunque los heliopolitanos salieron con ganas para divertir al público, sobre todo en el caso de Antony, jugar con la obsesión de que no hubieren daños colaterales para los partidos que se avecinan es un modo de invocarlos: Vitor Roque se va a perder como mínimo la ida de octavos de final ante Chelsea o Vitoria Guimaraes por su roja directa. Y menos mal que el árbitro fue clemente con Chimy Ávila mucho antes de la expulsión del brasileño.

Defensa

Era un partido con todos los condicionantes para caer en una peligrosa relajación, pero en la primera parte hubo una adecuada tensión colectiva por el hecho de que las piezas defensivas fueran jugadores con voluntad de reafirmarse: Sabaly viene de lesión y está perdiendo el sitio ante Ángel Ortiz, Natan mantiene una sana competencia con Bartra por ser el acompañante de Diego Llorente, Perraud y Altimira no terminan de afianzarse y Mateo Flores es un chaval que trata de abrirse hueco en el primer equipo.

El entramado defensivo del Betis de Manuel Pellegrini está derramando mucha tinta agria esta temporada y con razón. Y por eso salió el personal con la guardia alta y con ansias de reivindicarse. El Gent, además, tenía muy poco arriba. Lo mejor salía del extremo izquierdo, Momodou Sonko, que arrancaba con cierta potencia. Originó la única jugada peligrosa con su pase a la derecha a Ito, que cruzó demasiado su disparo (35’). La llegada del japonés desde la segunda línea inquietó, como en la ida.

Cuando el Betis se quedó con uno menos, el lateral Brown se proyectó y en uno de sus intentos sorprendió a Vieites con su misil al primer palo.

Ataque

Antony es otro nivel y se vio en cuanto recibía y se giraba con esa soltura y rapidez. Pero esta vez no tuvo compañeros de baile que le siguieran el ritmo. Chimy Ávila salió como segundo delantero, unos metros por detrás de Vitor Roque, pero ni uno ni otro tuvieron la pausa y la lucidez para desarbolar la feble defensa del Gent.

Alguien que sorprendió con sus incorporaciones desde atrás hacia el área fue Mateo Flores, como también Johnny cuando relevó a Altimira, pero el ritmo de juego fue tibio salvo en las continuas arrancadas de Abde.

A la hora de juego entró Isco por Antony para tratar de enchufar al Betis, que salió desconectado tras el intermedio. No hubo manera.

Virtudes

La voluntad de Antony y su generosidad con los compañeros.

Talón de Aquiles

Se notó demasiado ese 0-3...