Milan-Real Betis | La crónica

Una conquista de prestigio

  • El Betis se impuso al Milan con justicia pese a sufrir al final

  • Lo Celso brilla con un tanto de enorme calidad

Los jugadores festejan el triunfo al final del partido.

Los jugadores festejan el triunfo al final del partido. / Alberto Conti

Gritos de "¡Betis, Betis!" tras el pitido final en San Siro, donde el Betis se impuso al Milan en un buen partido de los de Setién. Un triunfo de prestigio en un escenario en el que el beticismo dejó su sello para vivir una noche mágica, recogiendo el premio a muchas horas de viaje. Una victoria que quedará ya en la retina del hincha bético. Ahora toca la Liga, pero antes hay que disfrutar.

Apenas se habían cumplido los tres minutos de partido cuando el Betis dispuso de la primera ocasión clara para marcar, pero el pase de Lo Celso a Sanabria lo remata alto el paraguayo. A partir de ahí el encuentro entra en una fase de equilibrio, con los dos equipos realizando una presión alta que se traducía en continuas pérdidas de la pelota, sin que hubiera un dominador claro del juego. Aun así, al filo del primer cuarto de hora replicó el cuadro milanista con un tiro de Bakayoko, que acabó la primera parte abroncado por los suyos, desviado de manera providencial por Mandi. Los dos conjuntos siguieron con el mismo guión, Carvalho erraba en alguna entrega y tampoco los centrocampistas del Milan andaban finos, sin embargo eran los verdiblancos los que avisaban a Reina con un centro de Júnior y un remate de Barragán desviado por poco. Precisamente en la banda izquierda del ataque encontraron los de Setién el hueco para hacer daño de verdad a su rival, y así llegó el tanto de Sanabria en una buena acción de Lo Celso, que interpretó muy bien el juego. Un centro suyo lo aprovechó el paraguayo para adelantarse a su marcador y batir a Reina. Gol para el éxtasis de una afición bética entregada con su equipo.

Poco después se repitió la misma acción, pero esta vez el remate de Sanabria se fue al lateral de la red en otra clara ocasión verdiblanca. Antes, el colegiado había anulado un tanto al punta heliopolitano por fuera de juego en una acción absolutamente legal. Incluso Lo Celso tuvo el 0-2 en una acción que salvó Reina con una arriesgada salida. Oportunidades claras para un Betis que pese a todo a punto estuvo de irse al descanso con el marcador empatado, pero Higuaín estuvo mal en el mano a mano ante Pau López y Mandi, muy rápido, le ganó la acción al argentino. Así, el Betis, que creó más peligro que los de Gattuso, se fue al descanso con ventaja en el marcador en un primer tiempo en el que los de Heliópolis crearon más peligro en las salidas al contragolpe, con espacios, que a la hora de elaborar el juego en estático.

Y a la vuelta de la caseta, el Betis saltó al campo mejor que el Milan y prueba de ello fue un disparo de Lo Celso que se fue arriba por muy poco. A renglón seguido el que lo intentó fue Júnior, que tras avanzar con espacio enganchó un disparo con la izquierda que se fue alto. Los rojinegros no estaban en el partido y fue entonces cuando apareció de nuevo un inspirado Lo Celso para enganchar un tiro desde la frontal del área que entró por toda la escuadra de la portería de Reina. Magia pura del argentino para una nueva alegría de los béticos, que se dejaron notar en todo momento pese a estar la mayoría colocados en la zona más alta del fondo norte de San Siro.

Con el 0-2, el Milan tiró de casta y orgullo para hacerle daño a un Betis que empezó a mover el balón para hacer circulaciones largas con el fin de desgastar a su rival. Biglia, con un disparo lejano, lo intentó sin suerte, siendo Samu Castillejo el que en el minuto 73 estuvo cerca de marcar con un zapatazo con la pierna izquierda que se estrelló en el palo izquierdo de la portería defendida por Pau López.

Los milanistas siguieron apretando por medio de Cutrone, que metió a su equipo en el partido cuando logró batir a Pau López tras una buena acción de Samu Castillejo. El ímpetu de los milaneses dio su fruto acortando distancia ante un Betis que tras el 0-2 empezó a perder mordiente ofensiva. Incluso los locales pidieron penalti en una acción entre Castillejo y Bartra, pero el colegiado no decretó nada. El acoso de los anfitriones se alargó en los cinco minutos que se añadieron, pero el Betis supo aguantar con firmeza para no dejar escapar una merecida e histórica victoria. Como en aquel 77, San Siro fue verdiblanco.

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