Volvió el Betis pujante de Manuel Pellegrini, el que somete a los rivales con un fútbol intenso y agudo. Johnny Cardoso se consolida poco a poco en el centro del campo e incluso da el paso para soltar su pierna derecha y hacer mucho daño. La intensidad de Aitor Ruibal fue la de todo el grupo, incluido Sabaly, que fue una agradable sorpresa en la banda siniestra. Fantástico fue el juego de espaldas de Willian José, fundamental ante el Athletic.

Johnny | Cada vez destapa más cualidades y ya se destapa arriba

La última aportación de Ramón Planes antes de su abrupta marcha fue amarrar a Johnny Cardoso, un centrocampista cuya aportación no para de crecer a medida que se asienta como titular. A su criterio táctico y su valentía para ir a todas con todo y apoyar a sus compañeros va añadiendo cada vez más fútbol, incluso en unas circunstancias donde se requiere técnica, con el balón muy vivo por la hierba mojada. Su golpeo en el gol fue mágico: potencia y efecto imposible para el portero.

Aitor Ruibal | Su lesión de tobillo cortó su contagiosa intensidad

La primera vez que Nico Williams encaró a Aitor Ruibal, el catalán le adivinó las intenciones y fue como una espoleta que activó su explosiva actuación, plena de concentración y con la justa agresividad atrás, y con una proyección ofensiva que esta vez sí estuvo acompañada de visión de juego y precisión en sus pases, sobre todo a los desmarques al espacio de Pablo Fornals. Ambos conformaron una banda aguda. Una pena esa torcedura de tobillo del lateral, la única noticia negativa del equipo.

Willian José | Su juego de espaldas fue prodigioso

Mereció irse del partido el brasileño con un gol después de su disertación sobre cómo bajar a recibir y descargar el juego hacia los espacios adecuados. Fue la pantalla que reflejó el caudal de juego que le llegaba desde atrás. Asistió al Chimy con el pase al hueco preciso y con la potencia justa y en el tercer gol, se asoció con Fekir.

Chimy Ávila | Justificó pronto su ubicación en la izquierda

Extrañó que de salida se ubicara en el costado izquierdo, pero sólo fue para partir desde allí hasta el área como un rayo, como se vio en la acción del primer gol. Su control facilitó su rápido tiro por debajo de las piernas de Unai Simón. Debe pisar el freno cuando sea amonestado. Jugó con fuego y Pellegrini lo relevó.

Sabaly | La sorpresa más agradable de la tarde estaba en la izquierda

El internacional senegalés se tuvo que tragar el sapo de jugar en la banda contraria por las ausencias de Miranda y Abner y no sólo estuvo firme atrás, sino que se incorporó varias veces con peligro al ataque y colgó varios centros peligrosos con su pierna menos buena, la izquierda. Tan suelto estuvo, que lo mismo Pellegrini no se lo toma como un recurso ocasional.