Las entradas de la polémica

La locura por conseguir una entrada para el encuentro del domingo en Salamanca vivió ayer su día más largo... y polémico. El pasado lunes, el club anunció que el miércoles pondría unas 4.000 localidades a disposición de los socios del Betis, pero la realidad que se encontraron ayer los aficionados fue bien distinta, después de que a primera hora de la mañana el propio club informase de que sólo se venderían unas 800 entradas, ya que el martes ya se habían puesto a disposición de las peñas una gran parte de las mismas y que otras tantas se quedaran para los compromisos del club.

El malestar entre muchos aficionados era grande cuando al mediodía se acercaban al estadio para guardar su cola y se encontraban con que el club ya había advertido, a través de su página web, que el cupo ya estaba completo con la gente que había acudido desde primera hora.

El club salió al paso de las críticas y aseguró que el reparto se había realizado equitativamente, contando con las peñas béticas y con los socios, aparte de un pequeño cupo para compromisos propios. Pero el baile de cifras no deja en buen lugar a nadie e incluso desde los medios oficiales se pidieron disculpas por no cumplir el anuncio que se realizó el lunes.

"A nosotros nos han ofrecido 1.550 entradas de las más de 2.400 que hablamos en un principio. Ahora estamos ajustando para intentar contentar a todo el mundo, aunque no siempre es posible. Y si conseguimos más entradas irán a parar a las peñas", comentó Juan de Dios Álvarez, presidente de la Federación de Peñas, quien recortaba las peticiones de las peñas.

"Las entradas han ido e irán a parar a béticos con carné. De eso que no le quepa duda a nadie. El club ha repartido una gran mayoría de las entradas a las peñas a través de la Federación y luego otra gran parte se han puesto en la taquilla", manifestó el consejero Manuel Castaño en los medios oficiales.

El club verdiblanco expuso que había recibido más de 9.000 peticiones en estos días previos y que era imposible satisfacer a todos ante la capacidad de El Helmántico, por lo que se había realizado un reparto lo más igualitario posible. Casi 4.000 entradas, 1.550 para las peñas y 800 para los socios... Las cifras no cuadran, pero es que la locura por una entrada para Salamanca ha desbordado todas las previsiones. De hecho, muchos aficionados incluso guardaron la cola, a la espera de conseguir una entrada, algo que era imposible ante la escasez de las dispuestas para los socios.

Media hora después de abrir las taquillas, el club comunicó que se habían agotado, lo que provocó el enfado de muchos de los que estaban esperando. Incluso las fuerzas de seguridad tuvieron que intervenir para dispersar a los aficionados que, sintiéndose engañados, no querían desalojar las taquillas. Mientras tanto, por la puerta de cristales salían los peñistas con sus entradas, lo que provocó otro enfrentamiento, que no fue a mayores por una nueva intervención policial. La locura por una entrada fue grande y el desajuste del club en el reparto aún mayor.