Betis-Celta | La crónica

La locura se lleva por delante al Betis con el Celta (3-4)

  • Los verdiblancos no supieron defender en ningún momento al Celta y hasta permitieron que éste le diera la vuelta a la primera remontada con el gol de Canales

  • Luiz Felipe sufrió la décima expulsión de la temporada para los béticos, sin que el VAR deshiciera el error de Del Cerro Grande

  • Las fotos del partido 

Luiz Felipe le recrimina a Iago Aspas que fingiera en la jugada de la expulsión.

Luiz Felipe le recrimina a Iago Aspas que fingiera en la jugada de la expulsión. / Antonio Pizarro

Paso atrás de un Betis que acabó desquiciado contra el Celta y que aun así debió haber igualado todo sobre la bocina con un cabezazo franco de Édgar en un centro perfecto de Fekir. Pero el gigante catalán no acertó en su remate y desaprovechó la oportunidad de haber rescatado un punto en medio de la locura. Ya había sido expulsado Luiz Felipe en una clara simulación de Iago Aspas y la impotencia se apoderó de una escuadra verdiblanca que no fue capaz de proteger en condiciones su área.

La jugada final, injusta a todas luces para Luiz Felipe por mucho que fuera de una forma absurda por el balón, ensució un partido que había sido de alto nivel y divertido para el espectador neutral, pero que, seguro, no dejó nada satisfecho a Pellegrini. Por mucho que el Celta tenga calidad para llegar arriba con tanta peligrosidad, no es normal que el Betis encaje cuatro goles en casa y que, además, lo haga en unas acciones en las que los gallegos llegaron ante Rui Silva con demasiadas facilidades.

Aparte del lamento por una nueva expulsión, otra más, seguro que el ingeniero chileno alzará la voz ante los suyos para mantener el rigor defensivo. Hasta ahora, el Betis lo había hecho a lo largo de la presente y ahí están los números a lo largo del presente curso, pero frente al Celta fue justo lo contrario. Ni siquiera fueron capaces los verdiblancos de mantener la ventaja que habían logrado después de remontar el tanto inicial de Larsen y eso fue lo que les pesó para irse de vacío en una cita en la que no estaba previsto que fuera así por el nivel del contrincante.

Pese a ello, el Betis y el Celta sí iban a jugar un primer periodo de lo más divertido. Todo era tirar hacia arriba, tocar el balón con precisión, buscar pases de fantasía para hacerle daño al adversario y, además, con mucha velocidad en esas acciones. Ni los hombres de Manuel Pellegrini ni los del portugués Carlos Carvalhal, eso sí, se preocupaban mucho de defender las espaldas para sus guardametas vivieran con un mínimo de tranquilidad. Pero para el espectador medio, el que no tiene nada que ver con los colores verdiblancos ni con los celestes, era una verdadera gozada estar sentado delante del televisor.

Era, pues, el Betis que tanto ha encandilado a los suyos en las últimas temporadas a las órdenes de un entrenador que tan bien instruye a los suyos para que éstos ganen muchísimo más que pierden. Con Juanmi en la banda izquierda, por fin, el número de llegadas a las zonas más inquietantes para los adversarios se multiplicaba de manera exponencial. Tanto fue así que el golazo de Larsen (6’) era respondido con celeridad por el malagueño en una de sus tradicionales maniobras en las que aparece donde nada más que él sabe que va a llegar la pelota.

El Betis había igualado rápido y de esta manera demostraba que el litigio iba a ser largo a la hora de las alternativas. Tampoco tardó mucho en ponerse por delante. Un córner a favor del Celta, un error de Aidoo arriba y otro abajo cuando los suyos habían recuperado la pelota y trataban de salir jugando desde atrás. Los anfitriones agradecieron la dádiva con unos maravillosos toques al balón, rápido y precisos, casi quirúrgicos, para que Borja Iglesias se la pusiera de cara a Canales y éste pusiera un precioso pase a la red.

Las imágenes del Betis-Celta Las imágenes del Betis-Celta

Las imágenes del Betis-Celta / Antonio Pizarro

Minuto 23 y ya estaba el Betis por arriba en el marcador a pesar del susto inicial. Incluso pudo aumentar esa distancia en un cabezazo picado de Luiz Felipe en un saque de esquina (31’) y, sobre todo, en un excelente balón en profundidad de Canales para la llegada de Miranda. El lateral se plantó solo delante de Iván Villar y no supo aprovechar que tenía toda la ventaja para el tres a uno. Incluso, en el córner posterior también rozaba el gol Borja Iglesias delante del guardameta, aunque con muy poco ángulo. Ya era todo vértigo, el Celta defendía horrible, pero también atacaba con mucho criterio y sólo un minuto después lo demostró a través del prometedor Gabri Veiga, que aprovechó que Luiz Felipe no quiso correr el riesgo de una nueva expulsión para poner de nuevo las tablas.

Este Betis-Celta, definitivamente, se había convertido en una montaña rusa repleta de emociones. Todos llegaban con peligro al área rival, muy pocos se preocupaban de defender la suya con un mínimo de acierto. Lo lógico, por tanto, era pensar en una segunda mitad igual de movida que la primera. Lo fue después de que el Betis desaprovechara la primera oportunidad adelantarse de nuevo a través de Juanmi en un balón que le dejó atrás Miranda (47’).

Ahí comenzó la debacle defensiva. El Celta supo acertar en las oportunidades que se creó a través de Gabri Veiga y Aidoo, éste casi de rebote, y al Betis le tocó de nuevo remar contra la corriente. La esperanza no se perdía, de cualquier manera, puesto que el rival tampoco se hacía fuerte atrás y cabía la posibilidad de nueva remontada. Tanto es así que aunque Sabaly había salvado entre los palos el 2-5 de Iago Aspas, después llegaría un gol errado a portería vacía por Abner de una forma que parecía imposible. Fue antes del 3-4 de penalti, pudo marcar de nuevo Iago Aspas y después de la gran tángana debió igualar de nuevo Édgar. Hubiera sido un suspiro entre tanta locura, pero esta vez el Betis no fue capaz de proteger a Rui Silva y por ahí sufrió una gran decepción en medio de una locura futbolística.

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