Antonio Silva
Cofrades de Cataluña
El Betis llegará a Florencia con una ventaja de un gol después de una noche en la que todos los béticos disfrutaron con el triunfo de los suyos ante la Fiorentina, pero el equipo de Pellegrini tal vez dejó escapar la oportunidad de haber conseguido una ventaja mucho más amplia. Los italianos tuvieron dos oportunidades claras en sendos cabezazos, pero los verdiblancos llegaron más veces con todo a su favor.
Cumplió con creces en la faceta defensiva, pero el catalán, además, pudo salir encumbrado si hubiera tenido más acierto en las situaciones de ataque. Ya pudo marcar al filo del descanso cuando un balón le cayó suelto en el área italiana y le pegó con la izquierda demasiado arriba. Después, nada más comenzar el segundo periodo, aprovechó que no era vigilado en una falta de Isco para obligar a De Gea a un gran paradón. Y la más clara fue al final cuando parecía más difícil cabecear fuera.
Es un futbolista tan maravilloso que ni siquiera le hace falta cuajar su mejor juego para dominar el partido desde su posición, que le permite moverse por donde le plazca en el dibujo que le traza Pellegrini. El malagueño fue el dueño de la situación en todo momento y lo mismo ralentizaba el juego que lo enloquecía con velocidad.
No estaba realizando su mejor encuentro como bético, entre otras cosas porque se ofuscó con algunos disparos y también en un mal pase que pudo dejar en solitario a Bakambu. Pero su calidad apareció después de que le bloquearan un primer tiro y empalmó un derechazo a la escuadra de su ex compañero De Gea para el 2-0.
El congoleño, una vez en esta Liga Conferencia, fue un futbolista perfecto para lo que le pide Pellegrini a un delantero que ejerce de referencia. Peleó balones, los ganó para jugar hacia atrás y, además, peleó la pelota del 1-0 para dársela en bandeja a Abde. Encima ese maravilloso toque que debió convertir Fornals en el 3-0.
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