Selfifobia o nomofobia: los nuevos trastornos relacionados con las tecnologías

Las nuevas tecnologías nos han facilitado muchísimos aspectos de nuestra vida, pues han hecho que ahorremos mucho tiempo a la hora de realizar diferentes tareas. Además, hemos encontrado en ellas un arma para combatir la barrera de la distancia, pues la simpleza con la que se puede tener una videollamada hace que nos podamos sentir más cerca de nuestros seres queridos aunque nos separen cientos de kilómetros.

Pero también en los últimos años las nuevas tecnologías han provocado la aparición de trastornos que anteriormente no existían. Las llamadas 'tecnopatologías', que están relacionadas con un uso excesivo de aparatos como teléfonos móviles u ordenadores. En ellas, encontramos los dolores musculares, el vértigo, los mareos, la sequedad ocular o los problemas de concentración como algunos de sus síntomas.

Una es la selfifobia, que se podría describir como el miedo a hacerse un selfie. Cuando a una persona que sufre esta fobia la 'invitan' a participar en la foto que se va a hacer con el móvil, es común que comience a sentir ansiedad. Pensar que va a salir mal o verla como una pérdida de identidad, pues luego se subirá a las redes sociales, están detrás del trastorno.

Otra 'tecnopatología' que en los últimos años sufren más personas en la nomofobia, acrónimo de la palabra en inglés "no-mobile-phone-phobia", que es el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil. El nombre se acuñó en 2011, después de que un estudio realizado por Royal Mail, la oficina de correos británica de Reino Unido, concluyera con que el 50% de los hombres y el 20% de las mujeres que participaron en él padecían esa fobia.

El síndrome del mensaje imaginario, que nos hace 'escuchar' el sonido que emite el móvil cuando recibimos una notificación pero, al revisarlo, nos damos cuenta de que no tenemos ninguna o el síndrome FOMO, que lo sufren quienes tiene miedo a perderse algo que está pasando en las redes sociales, son otros trastornos que en los últimos años los padecen cada vez más personas.

Evitar el aislamiento social, una de las mejores armas para alejar estos trastornos

Disfrutar de nuestro tiempo de ocio al aire libre, relacionándonos con nuestros seres queridos de manera presencial, es un buen arma para mantenernos a salvo de este tipo de trastornos. Pues un 'aislamiento' en nuestra casa, en el que sobre todo estemos haciendo uso de las nuevas tecnologías, aumentará las posibilidades de padecer alguno de ellos.

Saber poner límites a los aparatos electrónicos también es importante para no desarrollar ninguno de estos trastornos, por ejemplo, no abusando de ellos cuando estemos en la cama dispuestos a dormir, pues nos activará, haciendo que sea más complicado conciliar el sueño.

Hacer ejercicio físico con frecuencia es otra recomendación que se debe tener en cuenta, pues entre los muchos beneficios que nos aporta encontramos una mejora de la capacidad de concentración, a veces mermada por un uso excesivo de las nuevas tecnologías.