"La obsesión por el fitness está afectando física y psicológicamente a muchas personas"

En la búsqueda de un estilo de vida saludable, muchas personas adoptan hábitos de alimentación equilibrada y ejercicio regular. Sin embargo, cuando esta tendencia se lleva al extremo, puede convertirse en un problema que afecta tanto la salud física como la mental. La especialista en dietética y nutrición, Laura Sánchez, del Hospital Universitario La Luz de Madrid, ha advertido sobre los peligros de obsesionarse con el fitness.

"Aunque todavía no está catalogado oficialmente como un trastorno, la obsesión por el fitness está afectando física y psicológicamente a muchas personas. Lo que comienza como un estilo de vida saludable puede convertirse en una rutina extrema y perjudicial", una conducta que, aunque aún no está oficialmente reconocida como un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), comparte muchas de sus características.

Consecuencias físicas y emocionales de la obsesión

Según la especialista, la obsesión por el fitness se manifiesta a través de hábitos alimenticios y de entrenamiento extremadamente estrictos. En términos de alimentación, muchas personas recurren a dietas restrictivas que pueden llevar a deficiencias nutricionales y desequilibrios en el organismo. Por otro lado, el ejercicio excesivo sin periodos adecuados de descanso aumenta el riesgo de lesiones y puede generar un efecto contrario al esperado, dificultando el desarrollo muscular y agotando al cuerpo.

"Cada vez es más frecuente que personas de todas las edades desarrollen esta obsesión"

Además de los efectos físicos, este tipo de comportamiento también impacta en la salud mental ya que quienes sufren esta obsesión suelen tener cambios de humor bruscos, irritabilidad y dificultades para concentrarse debido al estrés constante al que tienen sometidos su cuerpo y su mente. La necesidad de compensar días de descanso con entrenamientos dobles es un claro indicador de una relación poco saludable con el ejercicio.

Por otra parte, esta obsesión por el fitness afecta tanto a hombres como mujeres, indistintamente, pero puede llegar a ser igual de grave ya que en los hombres se manifiesta a través de la vigorexia y en las mujeres mediante episodios de anorexia y bulimia nerviosa, acompañadas a veces también por la vigorexia.

Un problema que afecta a todas las edades

Si bien los trastornos de la conducta alimentaria suelen iniciarse en la adolescencia, cada vez es más frecuente que personas de todas las edades desarrollen esta obsesión. La presión por alcanzar ciertos estándares estéticos, promovidos en redes sociales y medios de comunicación, contribuye a que esta problemática se extienda a jóvenes y adultos. Esto hace que vivan en una permanente frustración e insatisfacción por no alcanzar los objetivos impuestos o cuando se recae en hábitos extremos.

"Es esencial encontrar un equilibrio que no comprometa la salud física, ni la mental"

El impacto en la vida social es otro factor a considerar. Las personas afectadas suelen evitar reuniones donde haya comida, llevan sus propios alimentos a eventos y rechazan actividades que no impliquen ejercicio. En este sentido, es fundamental el apoyo de familiares, entrenadores y profesores para identificar estas conductas y orientar a los afectados hacia profesionales de la salud.

Cómo mantener un estilo de vida saludable sin obsesionarse

Desde el Hospital Universitario La Luz han proporcionado algunas recomendaciones para evitar que la búsqueda de una vida saludable se convierta en un problema. En primer lugar, es importante seguir una alimentación equilibrada que incluya todos los grupos de alimentos, evitando los suplementos a menos que sean estrictamente necesarios.

En cuanto al ejercicio, debe realizarse por bienestar, salud y disfrute, respetando los días de descanso para permitir la recuperación del cuerpo. También se recomienda priorizar un descanso adecuado, asegurando entre siete y ocho horas de sueño diarias para mantener un equilibrio físico y mental. Finalmente, ante cualquier señal de obsesión o malestar, es fundamental acudir a especialistas en nutrición y salud mental para recibir la orientación adecuada.

Mantener un estilo de vida saludable es clave para el bienestar, pero es esencial encontrar un equilibrio que no comprometa la salud física, ni la mental. La clave está en la moderación y en disfrutar del proceso sin caer en extremos.