Las recomendaciones de los oftalmólogos para evitar los orzuelos, una patología que suele ser más común en verano
Investigación y Tecnología
No se conoce una causa única para esta afección, ya que influyen múltiples factores
Cómo mantener una buena higiene ocular durante el verano
Con la llegada del verano, aumentan las actividades al aire libre, la exposición al sol, el contacto con el agua de mar o piscinas y el uso de protectores solares. Estos factores, combinados con una higiene ocular deficiente, pueden favorecer la aparición de orzuelos. Esta patología, que afecta cada año a millones de personas, tiende a ser más común durante los meses estivales, tal como advierte el doctor Carlos Fernández-Vega, especialista en Oculoplastia del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega.
Por qué son más frecuentes los orzuelos en verano
Los orzuelos son inflamaciones de las glándulas sebáceas del párpado que generan un bulto rojizo, doloroso, y que puede aparecer en la parte externa o interna del párpado. En verano, el aumento de la sudoración, el contacto con aguas potencialmente contaminadas y el uso prolongado de cosméticos o cremas solares resistentes al agua incrementan el riesgo de que estas glándulas se obstruyan.
Fernández-Vega explica que, aunque no se conoce una causa única para esta afección, influyen múltiples factores como el tipo de piel, el estrés, el uso de productos químicos o cosméticos, ciertos hábitos alimenticios, tratamientos inmunológicos, así como la flora microbiana ocular y cutánea.
En caso de que aparezca un orzuelo, se recomienda aplicar calor local con compresas tibias y realizar un suave masaje para facilitar el drenaje. Si hay molestias, puede tomarse un analgésico. Es fundamental acudir al oftalmólogo si la lesión persiste más de diez días, aumenta de tamaño, se acompaña de fiebre o si se presenta de manera recurrente.
Consejos para prevenir los orzuelos
Para evitar la aparición de orzuelos, el especialista hace hincapié en la importancia de mantener una buena higiene de los párpados. Se recomienda limpiar la zona ocular diariamente con suero fisiológico, utilizando gasas estériles o discos de algodón, y emplear productos específicos como jabones o champús que no irriten los ojos.
Existen también toallitas oftalmológicas desinfectantes que pueden ser útiles, especialmente aquellas que contienen ácido hialurónico, árbol del té o extracto de manzanilla. Asimismo, el uso de lágrimas artificiales puede ayudar a mantener la hidratación ocular, especialmente en ambientes secos o con aire acondicionado. Por último, se aconseja reducir la exposición a alérgenos y proteger los ojos con gafas adecuadas tanto en la playa como en la piscina.
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