Estos son los grupos de población más sensibles al calor, según el Colegio de Farmacéuticos de Sevilla

Investigación y Tecnología

Personas que viven solas, con escasos recursos, en viviendas mal ventiladas o sin acceso a servicios adecuados se enfrentan a una vulnerabilidad aún mayor

¿Cuál es la mejor manera de sobrevivir al calor y a las altas temperaturas?

Calor niños / Freepik

El verano trae consigo días largos, cielos despejados y un aumento significativo de las temperaturas. Sin embargo, no todas las personas se adaptan con la misma facilidad a este cambio estacional, especialmente en un contexto en el que las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas. La exposición prolongada a temperaturas elevadas no solo es incómoda, sino que también puede resultar peligrosa, sobre todo para determinados grupos poblacionales. Según el Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, ciertos colectivos presentan una mayor sensibilidad a los efectos adversos del calor debido a condiciones biológicas, sociales o médicas particulares. El calor extremo, cuando supera la capacidad del cuerpo para autorregular su temperatura interna, puede desencadenar una serie de reacciones fisiológicas que, en casos graves, comprometen seriamente la salud e incluso pueden ser letales. En este contexto, es esencial conocer quiénes son los más vulnerables y cómo protegerlos de los riesgos asociados a las altas temperaturas.

Grupos especialmente sensibles al calor

El organismo humano cuenta con un sistema termorregulador ubicado en el hipotálamo, el cual activa una serie de mecanismos, como la sudoración o el aumento del ritmo cardíaco, para mantener una temperatura corporal estable. Sin embargo, en ciertas personas este sistema puede verse comprometido o no responder con la eficacia necesaria ante el calor extremo. Según el Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, esos grupos más vulnerables son:

Además de los factores biológicos, el entorno social también influye. Personas que viven solas, con escasos recursos, en viviendas mal ventiladas o sin acceso a servicios adecuados se enfrentan a una vulnerabilidad aún mayor. El aislamiento social, la dependencia o la discapacidad también dificultan la adopción de medidas de protección ante el calor.

Consecuencias del calor extremo en la salud

Las altas temperaturas pueden alterar el funcionamiento normal del cuerpo y sus efectos no se limitan únicamente a un malestar pasajero. A medida que la temperatura interna supera los 37ºC, el cuerpo activa respuestas defensivas para enfriarse, pero si estas no son suficientes, el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España, advierte de que comenzarán a manifestarse los siguientes síntomas como consecuencia del calor extremo:

Ante este panorama, el Ministerio de Sanidad ha desarrollado un Plan Nacional para minimizar los efectos del calor sobre la salud. Este plan establece niveles de riesgo basados en temperaturas críticas, coordina la actuación de distintas administraciones y promueve medidas preventivas, como la difusión de consejos sanitarios, la identificación de personas vulnerables y el refuerzo de servicios de atención en momentos críticos.

La concienciación social, junto con la implementación de políticas públicas adecuadas, puede marcar la diferencia entre una ola de calor soportable y una crisis sanitaria. En este sentido, la labor informativa de instituciones como el Colegio de Farmacéuticos de Sevilla y la coordinación institucional promovida por el Ministerio de Sanidad son fundamentales para proteger la salud de los más frágiles ante el desafío del cambio climático y las temperaturas extremas.

Referencias bibliográficas.

Colegio de Farmacéticos de Sevilla (2002, 19 de julio). Altas temperaturas y personas vulnerables.

Ministerio de Sanidad. Calor extremo.

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