Un nuevo estudio del cerebro muestra cómo se acelera la formación de buenos y malos hábitos
Gracias a una proteína que tenemos en el cerebro y con un funcionamiento similar a un interruptor, se activan los buenos y los malos hábitos
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A lo largo de nuestra vida se establecen los malos y los buenos hábitos para la salud. Este mecanismo ha sido estudiado en una reciente investigación en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown y se explica a la perfección en un documento publicado en la revista Nature Communications.
En este estudio se descubrió que existe un mecanismo que resulta fundamental y que influye en cómo el cerebro asocia la recompensa y cómo se comporta con los buenos y los malos hábitos, es decir, el desarrollo de las adicciones. Esto se debe principalmente a la proteína KCC2 que es un catalizador del aprendizaje asociativo y que se puede comparar con un interruptor.
Esta proteína es esencial para homeostasis del cloruro neuronal que es el responsable de modular la actividad de las neuronas que segregan la dopamina que es el neurotransmisor de la felicidad. Si se produce un descenso de esta proteína, equivale a un incremento notable en la actividad de las neuronas que activan la dopamina. Esto significa que se amplifican la nueva asociaciones entre los estímulos del ambiente y los resultados beneficiosos.
Este aprendizaje asociativo es necesario para modular el comportamiento. Igualmente, se puede ver alterado por los trastornos más complejos como las adicciones, la depresión o, incluso, la esquizofrenia. Por ejemplo, las drogas pueden generar modificaciones en esta proteína que resulta clave para el aprendizaje cerebral.
Tras llevar a cabo una investigación con ratones, en su tejido central se presenció que si se tenía poca presencia de la proteína, se sometía a una mayor sensibilidad del aprendizaje. En el estudio también se comprobó que se llevaba a cabo una coordinación de las neuronas. Esto resulta mmuy importante, ya que la sincronización de las células nerviosas impulsan una mayor liberación de dopamina.
La liberación de la dopamina en altas dosis se traduce como una señal de enseñanza muy potente. Sin duda, se trata de un valor desproporcionado a la experiencia de aprendizaje. El autor de la investigación lo asocia a combinar el tabaco y el café. Si un hecho está vinculado a otro, cuando uno de ellos sale de la rutina, el otro le recuerda mucho a ese que ha dejado de formar parte de un hábito.
Con este descubrimiento de esta proteína, también se abren nuevas vías para desarrollar mejores tratamientos contra las adicciones y los trastornos cerebrales. El objetivo principal es evitar que se materialicen. Además, se deben restaurar patrones que sean saludables. Un gran ejemplo de medicación que ayuda a la coordinación neural es la benzodiacepina, en un claro ejemplo como es el diazepam.
Qué es el diazepam
El diazepam es un medicamento perteneciente al grupo de las benzodiacepinas y se utiliza principalmente por sus efectos ansiolíticos, sedantes, relajantes musculares y anticonvulsivos. Su función principal es actuar sobre el sistema nervioso central, potenciando la acción del ácido gamma-aminobutírico (GABA), un neurotransmisor inhibidor que ayuda a reducir la actividad excesiva del cerebro.
Una de las funciones más conocidas del diazepam es el tratamiento de la ansiedad, ya que ayuda a disminuir la tensión emocional, el nerviosismo y la sensación de angustia. También se emplea para tratar trastornos del sueño, debido a su efecto sedante, facilitando la relajación y el descanso. Además, el diazepam es útil como relajante muscular, por lo que se prescribe en casos de contracturas, espasmos musculares o lesiones que provocan dolor y rigidez.
Otra función importante del diazepam es su uso como anticonvulsivo, especialmente en situaciones de emergencia, como crisis epilépticas o convulsiones febriles. Asimismo, se utiliza en el ámbito médico para la sedación previa a procedimientos diagnósticos o quirúrgicos, ayudando a reducir la ansiedad del paciente.
A pesar de sus beneficios, el diazepam debe usarse con precaución y bajo supervisión médica, ya que puede causar dependencia y efectos secundarios si se consume de forma inadecuada o prolongada.
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