El primer viernes de marzo cobra este año una especial importancia en Sevilla. Se celebra el 500 aniversario del retorno de Don Fadrique Enríquez de Ribera, primer marqués de Tarifa y adelantado mayor de Andalucía, de su periplo por Tierra Santa, y con él, de la puesta en marcha en la ciudad de la práctica del vía crucis, rezo piadoso que puede ser considerado como el inicio de la Semana Santa tal y como hoy se conoce. Por esta importante efemérides, el Vía Crucis de la Pía Unión, que se celebra esta tarde en la Casa de Pilatos, cobra una especial importancia.

La Casa Ducal de Medinaceli, como heredera del linaje de los Ribera, el Arzobispado de Sevilla y el Consejo de Cofradías, cuyos máximos responsables: Ignacio Medina, Duque de Segorbe, monseñor Juan José Asenjo, y Francisco Vélez, que son solidariamente hermanos mayores de la Pía Unión, han diseñado un completo programa de actos y cultos que se van a extender durante todo el año 2020 para recordar la epopeya de Don Fadrique que, como ha indicado monseñor Asenjo, "no sólo merece ser recordado en Sevilla por haber contribuido de forma decisiva a introducir las ideas artísticas del Renacimiento; sino que lo merece mucho más por haber popularizado a partir de 1521 el ejercicio del Vía Crucis, que en los primeros años se celebraba dentro del Palacio, y que a partir de 1529, se decidió iniciarlo junto a la puerta exterior del recinto palaciego para finalizar en el templete gótico de la Cruz del Campo".

El obispo auxiliar, monseñor Gómez Sierra, el año pasado portando el lignum crucis.

Esta tarde, a partir de las 19:00, tendrá lugar la eucaristía en la capilla de la Flagelación de la Casa de Pilatos ante la reliquia del santo lignum crucis y el posterior rezo de vía crucis, que se desarrollará, como es habitual, por las galerías del patio interior y contará con la intervención musical de la Coral de San Felipe Neri. Además, los nuevos hermanos mayores de las cofradías de penitencia jurarán como miembros de la Pía Unión.

El cortejo procesional del vía crucis lo abrirá la Cruz de las Toallas, de la Hermandad de los Negritos, al que seguirá el estandarte del Santo Cristo de San Agustín, de la Hermandad de San Roque; el estandarte de San Juan de Ribera, de la Hermandad de San Esteban, el estandarte de la Pía Unión; y el relicario con el santo lignum crucis portado por el arzobispo, acompañado de los Hermanos Mayores con faroles.Además de esta acontecimiento central, durante el resto del año habrá conferencias, un ciclo de música, publicaciones, y una misa solemne en la Capilla Real en el mes de octubre para honrar la figura de Don Fadrique Enríquez de Ribera.