Ignacio Valduérteles
Doctor de la Iglesia y cofrade
Hay un viejo adagio que dice que el nacionalismo se cura viajando. Esta máxima podríamos aplicarla también al conocimiento, o mejor dicho, desconocimiento que se suele tener desde Sevilla de lo que son las distintas Semanas Santas de Andalucía. Es una brecha que la Radio Televisión de Andalucía viene cubriendo con su programa Andalucía en Semana Santa en televisión y este año con Evocación en Canal Sur Radio. Pero así y todo sigue habiendo una falta de identidad andaluza en nuestras distintas Semanas Santas. De un lado, el absurdo mimetismo de quererse parecer al que podemos calificar el modelo sevillano, perdiéndose las esencias y singularidades de cada territorio; y en otros casos, un absurdo complejo sobre las tradiciones singulares y genuinas de cada ciudad.
Hace unos días he tenido la suerte de conocer de primer mano historias de la interesante Semana Santa de Granada, gracias a los cofrades de la Hermandad de los Escolapios y a los de la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad. En ambos casos, hermandades con identidad y singularidad propia. Escolapios hace 25 años que fue con su paso de palio a Roma y además ante él se paró el Santo Padre Juan Pablo II. Sin embargo, la presencia del Cachorro o la Esperanza de Málaga este año se plantean como hitos de la Semana Santa andaluza. Y eso que ni el Papa se asomó a verlos.
O el caso de la Virgen de las Angustias, con orígenes similares a la Macarena. Hortelanos en su fundación y monjes basilios en sus principios. Y con una historia apasionante de devoción popular. Son dos ejemplos estos de Granada que podrían ser replicables en otras muchas ciudades. Creo que los cofrades andaluces, cada uno en su lugar, deberíamos comenzar a desprendernos de complejos y enriquecer nuestra piedad popular resaltando las singularidades de cada uno y no moviéndose con complejos o buscando parecidos a Sevilla.
También te puede interesar
Lo último