La Junta de Gobierno de la Hermandad de Vera Cruz ha ultimado y firmado, en el pasado mes de junio, los correspondientes contratos de ejecución de unos nuevos respiraderos para el paso de palio de María Santísima de las Tristezas, así como sus correspondientes faldones, que vendrán a sustituir a los actuales, ejecutados por Artesanía Santa Bárbara entre los años 1997 a 2008. Estos trabajos se enmarcan en la reforma integral que se viene desarrollando en los últimos años sobre las andas de la Santísima Virgen y han sido posibles "gracias a la generosidad de nuestros hermanos Roberto Domínguez y Alicia M. Tauil", según informa la propia corporación. 

Montaje con los nuevos respiraderos

Los nuevos respiraderos, en metal plateado, ya están siendo ejecutados en los talleres de Orfebrería Villarreal y responden a un diseño sobrio, acorde con el espíritu de la cofradía, basado en una moldura y paño corrido decorado con ornamentación vegetal, de clara inspiración clásica.

Por su parte, los nuevos faldones serán de terciopelo negro lisos, a los que se le incorporarán los actuales broches de Artesanía Santa Bárbara, enriquecidos y adaptados por el Taller de Bordados de Charo Bernardino. Estas nuevas piezas harán conjunto con el resto del palio, cuyos bordados, en concreto las bambalinas son obra de Patrocinio López en 1885. 

Estos bordados fueron realizados originariamente Nuestra Señora de Loreto de la Hermandad de las Tres Caídas de San Isidoro, que los estrenó en 1885. Su diseño original fue obra de Antonio Requena, profesor de dibujo de Museo Provincial de Bellas Artes. En 1936 fueron adquiridos para María Santísima de los Dolores de la Hermandad de las Penas, que decidió pasarlo a nuevo tejido en 1953, suprimiendo la crestería y las puntas onduladas y convirtiéndose en un palio de cajón. A partir de 1957 es el palio en el que procesiona María Santísima de las Tristezas. Fue pasado a terciopelo negro  en el taller de Santa Bárbara entre 1986 y 1988.