Desde casi el momento exacto de su concepción, la Madrugada del Viernes Santo, en materia logística y funcional, se convirtió en un foco de análisis, debates e incluso pleitos. El orden de paso, los itinerarios de las cofradías y los horarios de Carrera Oficial continúan generando malestar, declaraciones cruzadas y una serie de soluciones que, generalmente, no arrojan satisfacción en las partes implicadas por su carácter circunstancial y epidérmico. 

En la tarde del viernes, el hermano mayor del Gran Poder, Ignacio Soro, compartió con sus hermanos a través de una hoja informativa su parecer respecto a la Madrugada de 2023. La cofradía de San Lorenzo ha sacrificado y variado durante décadas su recorrido de regreso hasta su templo, en busca del "beneficio común" de la jornada, tal y como apuntan las crónicas. Las costuras saltaron hace ya casi sesenta años, en la Madrugada del 1966. 

El Gran Poder se incorporó a la nómina de la Madrugada en el siglo XVIII, concretamente, en 1777. Por aquel entonces solo procesionaban el Silencio y la Macarena, de manera intermitente. Hasta 1791 no se aprueban unas nuevas Reglas que le permiten a la hermandad de San Lorenzo procesionar regularmente al alba del Viernes Santo, cuestión que propició varios litigios con algunas cofradías como La Carretería. La cuestión es que el Gran Poder, hasta el citado año de 1966 (y tras la famosa "concordia" impuesta por el Cardenal Spínola en 1902 para solventar las problemáticas con la Macarena, y cuya ruptura solucionaría, según varios círculos cofrades, las deficiencias actuales), volvía a San Lorenzo por un itinerario "natural", es decir, el más cercano a su templo. Esto es, detrás del Silencio, por Francos, Salvador, Cuna, Orfila hasta alcanzar la zona de la Concordia y la Gavidia. En 1966, la jornada estalla por los retrasos y los parones y el Gran Poder entra en su templo a las nueve de la mañana. En la calle Francos los nazarenos estuvieron detenidos durante una hora y tres cuartos, un caso sin precedentes. 

Un diputado de tramo del Gran Poder

Tras la celebración de un Cabildo Extraordinario en el mes de mayo, se aprobó para 1967 que la cofradía regresara por el Postigo del Aceite y el entorno del Arenal y Molviedro, una idea que algunos años antes ya se había sopesado en la corporación por parte de un grupo de hermanos. Tan solo en 1973, el Gran Poder regresó nuevamente por Cuna a San Lorenzo. Desde entonces, el Señor de Sevilla gira hacia su derecha para buscar su templo, un itinerario que también ha sufrido modificaciones. 

A principios de siglo, concretamente entre los años 2005 y 2007, la Hermandad llegaba hasta la Casa de la Moneda, la calle Adolfo Rodríguez Jurado, para bordear la Plaza del Triunfo y evitar el parón de la calle Zaragoza, ya que la Esperanza de Triana atraviesa la calle San Pablo para acceder a la Carrera Oficial. Con el objetivo de mantener el ritmo en el caminar y evitar parones, la cofradía se alejó más que nunca de San Lorenzo durante aquellas dos Madrugadas. Poco después recuperó el itinerario habitual: Plaza del Triunfo, Almirantazgo y Arfe, sin necesidad de extender más de lo razonable su recorrido. 

El Gran Poder por la Carrera Oficial

En el año 2015, apenas tres semanas antes del Domingo de Ramos, se rompió el plan trienal de rotación de recorridos que aprobaron las hermandades por incompatibilidad de horarios y cuestiones de seguridad. Uno de esos planes establecía el regreso del Gran Poder por Cuna, cuestión que no llegó a materializarse. Este próximo 2023, el Gran Poder volverá a ver modificado su itinerario de vuelta hasta San Lorenzo, superando la Capilla de la Piedad del Baratillo: Adriano, López de Arenas, Santas Patronas y Gravina. Una cuestión que, por el momento, está lejos de resolverse y que causa frustración y decepción en la cofradía.