El Valle coloca la primera piedra de su futura casa hermandad
El inmueble se sitúa en el número 3 de la calle Compañía, a escasos metros de la iglesia de la Anunciación
Se cumple así uno de los anhelos históricos de esta corporación sevillana
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Un sueño hecho realidad. La hermandad del Valle realizó en la tarde del jueves el acto de colocación de la primera piedra de su futura casa hermandad, materializándose así el inicio de uno de los proyectos más anhelados de la cofradía del Jueves Santo. De este modo, los hermanos podrán disfrutar de un lugar de encuentro, reunión y convivencia, amén de otras funciones administrativas o de gestión interna de la corporación.
El hermano mayor, Gonzalo Pérez de Ayala, aprovechó la ocasión para dirigir unas palabras a todos los hermanos y devotos allí congregados, agradeciendo su presencia e insistiendo en el carácter histórico del evento, puesto que la cofradía jamás ha dispuesto de un espacio propio en el que desarrollar su vida diaria. El Rvdo. Sr. D. Nelson Borges Figueredo, sacerdote adjunto al SARUS, bendijo el local que será "próximamente" el espacio de los hermanos del hoy y las generaciones futuras.
Tras una invocación a la Virgen del Valle, se colocó la primera piedra, simbolizada en una urna con los elementos propios que representan a la hermandad: una medalla, una copia de las actuales Reglas, una estampa de los titulares, un álbum de foto de numerosos hermanos que han colaborado con el proyecto y un ejemplar de la prensa del día. Las tareas de construcción las llevará a cabo la empresa Italo Gestión de Obras y Servicios.
El anhelo de materializar este ambicioso proyecto comenzó a finales del año 2020, cuando los hermanos del Valle aprobaron en cabildo general extraordinario la adquisición de este local, ubicado en una planta baja, como uso de casa de hermandad. Ya en febrero de 2021 se otorgaron las correspondientes escrituras públicas notariales de compraventa e hipoteca del inmueble y dos años después arrancarán definitivamente las obras.
Se trata de un local con una superficie de 100 metros cuadrados, lo que supone toda la planta baja del edificio. Esta propiedad se suma al patrimonio de la cofradía del Jueves Santo, que desde 1996 posee un local en la calle Castellar, utilizado como almacén para guardar sus andas procesionales.
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