Una de las asignaturas pendientes de Sevilla es aumentar la estancia media de los turistas, situada en poco más de dos días. Esta estrategia, ofreciendo nuevos atractivos, es vital para que aumente el gasto de los visitantes para que tenga un verdadera repercusión en todos los sectores, que de que una manera indirecta o inducida, viven del turismo. “Eso es lo más importante y fundamental. Cuanto más tiempo pasen aquí mayor va a ser el dinero que dejen. Por eso hay que ir también en busca de un turista con mayor poder adquisitivo. Necesitamos clientes que dejen mucho más dinero en lugar de más clientes”, explica Manuel Cornax, presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla.

En esta misma línea se pronuncia el concejal de Turismo, Antonio Muñoz. Para él, la apertura de hoteles de lujo es un signo de la apuesta del mercado por el destino Sevilla: “Este crecimiento de la oferta de cuatro y cinco estrellas, y por tanto de un turismo de calidad, va a ser fundamental ahora en esta fase de recuperación en la que todos los destinos estamos intentando reforzar nuestro posicionamiento de cara a la vuelta de los desplazamientos con niveles anteriores a la pandemia. Quienes estén mejores posicionados van a conseguir una ventaja de enorme relevancia en el corto, medio y largo plazo. Estamos ahora mismo marcando los pasos del turismo de los próximos años y Sevilla tiene que estar ahí para lograr un turismo sostenible y de calidad”.

Mientras ese esperado futuro llega, los hoteles tienen puestas sus esperanzas en el final del verano y el otoño. Durante el verano, aunque la práctica totalidad de la planta está abierta, está funcionando con una baja capacidad y precios muy ajustados. “Funcionamos fundamentalmente con clientela nacional y durante los fines de semana. Esperamos que suba a finales de agosto con los picos que sobren de las playas. También hay que ver cómo evoluciona el turismo de congresos, pero hay que ser precavidos”, sostienen Cornax.

Los mercados internacionales se mantienen en Sevilla en su mínima expresión. Tan sólo se destaca el francés, con apenas un 11% del total, pero no hay ni rastro de alemanes o italianos, visitantes que suelen funcionar muy bien.

En cualquier caso, desde el Ayuntamiento destacan la confianza y la apuesta de las grandes cadenas hoteleras, pese a la pandemia, por Sevilla y se muestran confiados en la recuperación del sector. Para ello, la ciudad cuenta con el Plan 8, documento que marca el futuro turístico de la ciudad.