Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
El gobierno local de Sevilla incumplió el pasado 2 de diciembre lo establecido en su propio plan de seguridad de Navidad al concentrar los eventos en una misma zona del centro y hacer un llamamiento a la asistencia, que terminó con una masiva afluencia de público que colapsó varias calles y plazas del casco histórico con una monumental bulla en la que se vieron atrapadas decenas de miles de personas.
Según el documento del plan de Navidad, elaborado por el área de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Recursos Humanos del Ayuntamiento de Sevilla, la concentración de público en determinados lugares y momentos de la Navidad "forma parte de la misma esencia de la celebración". Por ello, este año no se han autorizado cabalgatas ni actividades que originen este tipo de concentraciones. "Lo poco que se autoriza debe estar alejado o disperso, de forma que se evite la aglomeración de público".
El plan detalla una serie de potenciales situaciones de riesgo de esta masa humana, que son básicamente tres. La primera es la provocación de efectos nocivos para la salud, "tales como desvanecimientos y cuadros de ansiedad influidos por la excesiva densidad de personas. La segunda es la dificultad para la actuación de los servicios de emergencias, que no pudieran acceder con la rapidez debida al lugar en el que es necesaria su presencia. Y la tercera los movimientos y flujos incontrolados de origen humano.
Fue precisamente lo que ocurrió la tarde del sábado 2 de diciembre, cuando decenas de miles de personas acudieron en masa al encendido de las luces de Navidad en la avenida de la Constitución y la Plaza de San Francisco. Al terminar, la marea humana se dirigió hacia el Salvador y la Plaza Nueva, colapsando por completo las calles adyacentes. El público se movía en todas las direcciones y hubo personas afectadas con cuadros de ansiedad, lipotimias y pisotones.
La Policía tuvo que aforar la calle Granada para que no entraran más personas y sólo fuera una vía de salida. Igualmente, se cortó uno de los conciertos que tenía lugar en un macroescenario montado en el Arquillo del Ayuntamiento para invitar al público a que se marchara. De esta forma se fue desalojando la zona poco a poco y se pudo continuar después con las actividades previstas.
Lo cierto es que la masiva afluencia de público desbordó todas las previsiones de la Policía Local, que había montado un dispositivo compuesto por 30 agentes (los mismos que años anteriores) que se antojó completamente insuficiente. Esto ha hecho que la Jefatura esté buscando personal voluntario para que interrumpa sus descansos y se ponga a trabajar estos días en el centro de la ciudad, con el objetivo de que no se repita lo vivido el 2 de diciembre.
El plan hace mención a una serie de situaciones o escenarios que podrían incrementar los riesgos de esas grandes concentraciones de personas, como son las circunstancias climatológicas, que pueden provocar caídas de objetos a las calles. Igualmente, el documento destaca como potencial riesgo la existencia de grupos concentrados para otro tipo de ocio sin relación alguna con la Navidad.
Para las concentraciones humanas, el Ayuntamiento exige que se pida la correspondiente autorización y que los organizadores cuenten con un plan básico de autoprotección, dado que los riesgos se ven incrementados por la "masiva presencia de espectadores".
El documento establece que no deben crearse masificaciones y facilitar las vías de evacuación en aglomeraciones. Lo primero, evidentemente, no se cumplió, pues se concentaron varios conciertos y la actuación de un DJ previa al encendidode las luces en la misma zona, lo que atrajo a numeroso público hacia la misma. Lo segundo se hizo pero fue a criterio del mando de la Policía Local que coordinaba el dispositivo, no porque hubiera una instrucción específica previa.
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, defendió la semana pasada la planificación y previsión que hizo la Policía Local de la capital andaluza la tarde del alumbrado navideño e insistió en que, gracias a ello, "no ocurrió ningún incidente". "Es verdad que se acumuló un gran número de personas, pero afortunadamente la gran plantilla de la Policía Local que tenemos supo actuar", apuntó el alcalde, que destacó la previsión que hicieron los responsables del cuerpo a pesar de las críticas recibidas.
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