CASA trasladará su producción a unas nuevas instalaciones junto al A400M
La compañía aeronáutica fabricará sus tres modelos propios en la nave que construirá en San Pablo Sur y que absorberá una inversión de más de 100 millones · La mudanza se culminará en el plazo de un año
EADS-CASA mueve ficha en Sevilla. La compañía aeronáutica ha decidido trasladar toda su producción desde la actual factoría de San Pablo, ubicada al lado del aeropuerto hispalense, a las nuevas instalaciones que construirá junto a la línea de ensamblaje final (FAL) del avión militar A400M, también en terrenos aledaños al aeródromo, pero hacia el sur. La firma fabricará sus tres modelos de avión propios -el C-212, el CN-235 y el C-295- en una nueva nave que absorberá una inversión de más de 100 millones de euros y se prevé esté operativa en un plazo aproximado de un año.
Los motivos que han llevado al grupo aeronáutico a sumergirse en esta mudanza no son otros que ganar espacio para aumentar la producción, ser más eficientes -por su cercanía a la planta del A400M- y potenciar el área de servicios en el espacio liberado en las antiguas instalaciones.
El nuevo centro será considerablemente más amplio que la actual factoría -San Pablo Norte-, ya que tendrá una superficie aproximada de 37.000 metros cuadrados -la mitad de la FAL del A400M- y albergará cuatro plataformas de montaje, una más que en la actualidad. Gracias a ello, se podrá incrementar la cadencia de producción, desde los 15-18 aviones anuales a los 24 que se esperan alcanzar a partir de 2011.
La nave -que se llamará San Pablo Sur- constará de cinco módulos -la FAL del A400M tiene nueve- de los que cuatro se destinarán a la producción de los modelos propios de CASA, mientras que la restante servirá para recibir las piezas del A400M procedentes de los países socios del programa y concluir su desarrollo antes de pasar a la planta de montaje final (FAL). "El proyecto inicial consistía en destinar la nave completa a este fin, tal como ocurre con los centros de EADS en Toulouse o Hamburgo, pero finalmente se decidió dedicar parte del espacio a la producción procedente de San Pablo Norte", matizan fuentes autorizadas.
Otra de las metas que se persiguen con el traslado es aprovechar sinergias y usar los recursos de una forma más homogénea. Y es que, al ubicar en espacios contiguos programas que pueden ser complementarios -el del A400M y el de los otros tres modelos de CASA-, se busca una mayor eficiencia y rentabilidad. "Tendría mucho sentido que, en el futuro, también se mudara al mismo entorno la factoría de Tablada, aunque éste es un extremo que ni siquiera se baraja", comentan fuentes del sector.
Pero, ¿qué pasará con las instalaciones de San Pablo Norte? Pese a que están en régimen de concesión administrativa y EADS-CASA paga alquileres elevados por ellas, la compañía no se plantea su abandono. Al contrario, los planes para las mismas entroncan con el programa Visión 2020 del grupo aeronáutico, que busca diversificar y potenciar el área de servicios. Así, el antiguo recinto se utilizará como centro de entrega de productos propios a los clientes -donde los aviones se adaptarán a los requisitos específicos de cada país-, así como área de postventa para el mantenimiento y reparación de las aeronaves. Se trata, en definitiva, de una forma óptima de hacer caja, ya que estas actividades dejan un margen bastante amplio a la compañía y no requieren de grandes infraestructuras.
Los plazos más optimistas apuntan a que la mudanza desde San Pablo Norte a la parte Sur se realizará a finales de este año, ya que en diciembre hay un periodo de inactividad de unos 10 días que podría aprovecharse para realizar el traslado. Si fuera así, la nueva factoría estaría operativa en enero de 2009. Sin embargo, dado que aún no han comenzado las obras de la nueva nave -el proyecto está aún sobre plano-, las previsiones más prudentes se inclinan por que el recinto no entre en funcionamiento hasta 2010.
En cuanto al capítulo de inversiones, fuentes cercanas a la operación calculan que la construcción y el equipamiento de la planta -requiere material sofisticado- exigirá un desembolso superior a los 100 millones de euros, dado que la FAL del A400M, el doble de grande, absorbió un montante de más de 280 millones de euros.
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