La Policía Nacional detuvo a finales de la semana pasada a Antonio O. B., más conocido como Antón, uno de los delincuentes más violentos de Sevilla. En esta ocasión fue detenido por intentar matar a un joven con el que se cruzó en Torreblanca a mediados de mayo, a quien asestó varias puñaladas en el pecho. Una de las heridas le perforó el pulmón y tuvo que ser operado de urgencia en el Hospital Virgen del Rocío. Otra de las cuchilladas le dañó una costilla.

Los hechos sucedieron la tarde del 18 de mayo en la calle Nogal, en las inmediaciones de la plaza del Platanero, una de las zonas más peligrosas de la ciudad. La agresión se produjo sin que mediara palabra o discusión entre el agresor y la víctima, que no se conocían ni habían tenido ningún enfrentamiento previo. Tras el ataque, la víctima tuvo que ir del barrio e instalarse en otra zona de Sevilla.

La Policía envió varias patrullas al lugar de los hechos y se entrevistó con varios testigos. Pronto pudo saber la identidad del presunto autor de la agresión. Antón es un ex atracador muy violento, que pertenece a una de las familias más peligrosas de Torreblanca. Por eso, se siente muy protegido en su barrio, donde se ha movido todos estos meses a sabiendas de que estaba siendo buscado por la Policía. Ha estado arropado por su familia y ningún vecino ha querido colaborar con los investigadores en estos meses.

Así lo destaca el comunicado emitido este lunes por la Policía Nacional, que explica que "la colaboración vecinal ha sido nula". No es la primera vez que ocurre esto en las investigaciones de homicidios en este barrio. Ya pasó hace unos años con tres menores que mataron a un toxicómano, a los que la Policía tardó más de seis meses en apresar precisamente por esta ley del silencio. Ahora, esta situación se ha vuelto a repetir y han tenido que pasar cinco meses para que Antón fuera detenido. 

La operación la desarrolló el Grupo de Homicidios de Sevilla el pasado día 16 de septiembre. La Policía califica al sospechoso como una "persona extremadamente violenta y temeraria, que es normal que utilice armas y medios peligrosos en sus actuaciones". Tras su arresto, fue puesto a disposición del juzgado de Instrucción número 7 de Sevilla, que ha decretado su ingreso en prisión provisional como presunto autor de un homicidio en grado de tentativa.

Antón, de 35 años, tiene un amplio historial delictivo. Formó parte de una banda de atracadores muy violenta que operó en Sevilla a mediados de la década pasada, que utilizaban armas de fuego, mazas y cualquier otra arma que tuvieran a su alcance. En 2005 el grupo cayó después de diez atracos a comercios y un asalto a una vivienda de Torreblanca. Dos años después, volvió a ser detenido por otros 26 atracos. Uno de ellos se produjo la noche de Halloween en el centro comercial Carrefour San Pablo, donde los ladrones entraron vestidos de payasos. 

Antes de ese episodio, desvalijaron supermercados, estancos, joyerías, pastelerías y hasta zapaterías. En uno de los registros, la Policía encontró 40 cajas de zapatos sin estrenar. Se cree que por entonces el botín que consiguió la banda superaba los 300.000 euros. En su poder se halló un auténtico arsenal, compuesto por diez pistolas (dos de ellas fueron vendidas como inutilizadas en una armería de Camas), dos revólveres, siete escopetas, dos subfusiles, una granada de mano, abundante munición y cinco catanas.

En esa banda también figuraba uno de sus hermanos. Su familia es uno de los clanes más peligrosos de Torreblanca. Se dedican también al prestamismo. Hace dos años se vieron implicados en el secuestro de un menor para cobrarse una deuda que habían contraído sus padres.

También tiene antecedentes por otros robos con violencia, como el asalto a un estanquero de Torremolinos en el año 2010 para robarle unos cartones de Chester. Después de este incidente, protagonizó una huida de película a través del canal de Torreblanca, donde abandonó dos pistolas y un pasamontañas y logró escapar. Cuenta además con detenciones por robos de coches propinando palizas a sus propietarios.