Un grupo de limpiadoras de los hospitales San Lázaro y Tomillar han protagonizado este jueves un encierro junto con delegados de CCOO en el edificio de gobierno del Hospital Virgen del Rocío dentro de la jornada de huelga convocada para rechazar la privatización del servicio en la próxima reapertura del Hospital Militar.

Con la intención de permanecer allí hasta ser escuchados por los responsables del centro, los manifestantes fueron finalmente desalojados en torno a las 17:00 horas sin que mediara ningún tipo de incidente "a pesar de la desorbitada presencia policial", según han señalado a este periódico fuentes del sindicato.

La Policía Nacional en el momento del desalojo de la protesta.

Las mismas destacan que en el momento del desalojo permanecían en el edificio "en torno a unas 30 empleadas" y aseguran que "las trabajadoras han actuado de manera totalmente pacífica" durante el tiempo que han permanecido encerradas.

Según el sindicato, la gerencia del Hospital Virgen del Rocío, de la que depende el nuevo centro y con la que se entrevistó una delegación de las trabajadoras encerradas, "se ha negado a en redondo" a negociar con las empleadas, y se opone a dar alguna explicación o justificación de los motivos por los cuales se decide privatizar la limpieza del nuevo centro, escudándose en que se trata de "órdenes" superiores, que responden a una "decisión estratégica".

Por su parte, el sindicato asegura disponer de estudios que demuestran que limpiar con personal propio supone menos costos que recurrir a una contrata externa, pagando IVA y beneficio empresarial y ha advertido de que mantendrán el encierro y las movilizaciones hasta que haya una solución

CCOO avisa de que, a pesar del desalojo, "la movilización de las limpiadoras va a continuar hasta que la dirección del hospital acepte negociar".

Los manifestantes, ya a las puertas del edificio de Gobierno del hospital, tras el desalojo.