Segunda ronda de circunvalación de Sevilla

El Gobierno da otro golpe a los túneles de la SE-40

José Luis Ábalos, junto al delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, en diciembre de 2019 en Sevilla.

José Luis Ábalos, junto al delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, en diciembre de 2019 en Sevilla. / Raúl Caro/Efe

Que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (antes de Fomento) esté trabajando en la actualidad en el informe de impacto ambiental del proyecto alternativo del puente de la SE-40, en el cruce del río Guadalquivir en el tramo entre los municipios de Coria del Río y Dos Hermanas, es un buen indicador de por dónde van los planes ministeriales. El ministerio recalca que ese proyecto del puente aún no está terminado.

El alcalde de Coria Modesto González preguntó por el puente este lunes a la Demarcación de Carreteras

Así lo ha comunicado el departamento de José Luis Ábalos esta semana a preguntas de este periódico y este lunes también le ha trasladado esta información al alcalde de Coria del Río, Modesto González, la Demarcación de Carreteras de Andalucía. El ministerio de Transportes no ha confirmado ni desmentido que la maqueta esté ya en el Ministerio. Únicamente matiza que el proyecto del puente “no está terminado”.

Esta consulta sobre el puente se enmarca en el debate que organizaron, la semana pasada, sobre el paso del río de la SE-40 las asociaciones de vecinos de la zona sur en el IES Punta del Verde: Bermejales Activa, Foro Heliópolis y Parque Vivo del Guadaíra.

En ese debate, un representante del Ayuntamiento de Coria, José Martínez, de AxSí, anunció que “el proyecto del puente de la SE-40 está casi terminado por Fomento y la maqueta llega la próxima semana”, en referencia a esta misma semana de febrero.

El debate sobre si debe construirse un túnel o un puente en el paso del río de la segunda ronda de circunvalación de Sevilla sigue activo, y todo parece indicar que se hará un puente a juzgar por los acontecimientos.

Un detalle destacable es que el proyecto de puente se encuentra ya en la fase del informe ambiental.

José Luis Manzanares, presidente de Ayesa. José Luis Manzanares, presidente de Ayesa.

José Luis Manzanares, presidente de Ayesa. / Victoria Hidalgo

Otro punto a tener en cuenta es que la empresa redactora del proyecto de los túneles, a la que el Ministerio adjudicó este encargo, se decanta públicamente por un puente por considerar que es la mejor opción. Así lo declaró este lunes el presidente de Ayesa José Luis Manzanares Japón en una entrevista con Radio Sevilla (minuto 0:23:30 de la grabación). Manzanares ha dicho que Ayesa redactó el proyecto de los túneles porque así se lo encargó el Ministerio, pero que en su opinión es mejor construir un puente.

“Soy el autor del proyecto del túnel porque me lo encargaron. Si yo pudiera elegir si por el aire o subterráneo, preferiría por el aire. Política e inversiones aparte, creo que es mucho más agradable circular por el aire que por túneles”, defendió Manzanares a Radio Sevilla. El presidente de Ayesa abundó en que también defendió la solución de un puente para Cádiz, en lugar de un túnel bajo el mar, y que esa fue la opción que finalmente se ejecutó.

Respecto a la SE-40, el presidente de Ayesa no habló de las supuestas dificultades técnicas que aduce el Ministerio para seguir con los túneles.

Los problemas del túnel

En junio de 2019, el Ministerio de Fomento explicó con todo detalle a este periódico cuáles eran esas dificultades para hacer túneles en el paso del río de la SE-40.

“Con los estudios realizados hasta el momento se ha demostrado que la solución técnica vigente (los cuatro túneles) es claramente insuficiente”, rezaba el informe del ministerio enviado a este periódico.

Esas complicaciones del proyecto se resumen en problemas de infiltraciones de agua del río en la estructura construida para empezar a hacer el túnel y en dificultades de perforación que a su vez están en relación directa con la profundidad máxima que alcanzan los túneles: a 40 metros bajo la superficie del agua.

En el primer caso, “las pantallas perimetrales de bentonita-cemento, empotradas en las margas del mioceno, una vez ejecutadas han resultado ineficaces al presentar unas filtraciones de agua incompatibles con la ejecución del túnel y su posterior uso”

Y en el segundo caso, la tuneladora debe atravesar un suelo “muy heterogéneo en una longitud corta, conllevando operaciones complejas de cambio de útiles de corte (en la cabeza de la tuneladora) y ejecutar nuevas pantallas de ataque intermedias en el recorrido de la tuneladora para contención del frente, y todo ello conteniendo el agua”.

El ministerio asegura que llegó a estudiar la alternativa de hacer túneles más superficiales para reducir las filtraciones de agua, pero los resultados hasta el momento no han sido satisfactorios y los expertos no ven conveniente hacer túneles más superficiales.

El problema de hacer túneles superficiales es que el terreno poco compacto no aguantaría, que obligaría a “tratamientos del terreno extremadamente complejos y comprometidos medioambientalmente” y que supondría “en todo caso unas condiciones peores que el trazado original”.

A la pregunta de si estos problemas se solucionan con una técnica más cara y con más presupuesto –la obra se valoró inicialmente en 800 millones y ya va por los 1.200 millones–, el ministerio recalcó en junio de 2019 que “la solución técnica vigente es claramente insuficiente” y que “tiene la premisa fundamental de que el proyecto que se desarrolle sea una garantía en la ejecución y en la conservación y que dé un adecuado servicio en condiciones de seguridad para los usuarios”.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios