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De Oriente Medio a Morería

Calle Rioja

Un sirio afincado en Sevilla organizó un debate sobre su país en Comisiones.

De izquierda a derecha, Javier Martín, Alejandra Ortega, José María Ruibérriz, Ignacio Álvarez Ossorio y Rael Aljundi.
Francisco Correal, Sevilla

13 de abril 2012 - 05:03

RAEL Aljundi, un sirio afincado en Sevilla, reunió ayer a un historiador, una sindicalista y un periodista para hablar de su país en la histórica sede de Comisiones Obreras en la calle Morería. El debate lo moderó José María Ruibérriz de Torres, de la Asamblea de Cooperación por la Paz.

A Javier Martín (Salamanca, 1972), redactor jefe de Internacional de Efe, no le gusta la expresión primavera árabe y ve lejano el otoño del patriarca, el tirano Bashar al Asad. Las causas las enumeró Ignacio Sánchez Osorio, profesor de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Alicante: un régimen blindado, una oposición dividida. "Cuando la caída del régimen era inminente, se repartieron las carteras en el exilio y la pelea fue encarnizada".

Alejandra Ortega (Valencia, 1971), secretaria de Acción Sindical Internacional de Comisiones Obreras para África, Oriente Medio y Asia, conoce muy bien la zona, aunque la última vez que intentó entrar en Siria tuvo que quedarse en la frontera con Líbano. Hoy vuela a El Cairo.

Javier Martín ha sido corresponsal en Irán y recientemente estuvo en la martirizada ciudad de Homs. "Allí lo único que se ve en la frontera es tráfico de armas ligeras, y con eso no se derrota al régimen, que cuenta con la caballería, los tanques rusos y una aviación que todavía no utilizó".

El debate fue vivo y abierto, con intervención de un sirio, un turco y un miembro de Comisiones Obreras que atravesó con un camión de ayuda la frontera con Marruecos. El periodista analizó el protagonismo de los tres bloques: Rusia y China; Estados Unidos y los países aliados; y el bloque árabe, "que nunca ha funcionado como un bloque".

Aljundi conoció al profesor Álvarez Ossorio en Damasco y se reencontraron en Sevilla. Se adentró en la política-ficción para imaginar cuatro escenarios: la evolución a la egipcia, a la yemení, "que aunque implica exilio dorado e impunidad para el tirano, evitaría un baño de sangre", a la libia y a la siria, pesimista redundancia.

"Siria quiere comprar tiempo y es lo que le interesa a China y Rusia". Javier Martín desmonta las cautelas internacionales. "No nos engañemos, no hubo consenso en Estados Unidos para invadir Iraq". Sería el quinto escenario, según el corresponsal: "Que terminen iraquizando Siria, que deje de ser un Estado fuerte y amenazante, que es lo que se buscaba cuando se invadió Iraq".

El sindicalismo árabe no es homologable al occidental, en el dibujo que trazó Alejandra Ortega. Siria es una "excepción" (Álvarez Ossorio), con vecinos como Israel, "que no quiso ni quiere primaveras árabes" (Martín); Turquía, donde tiene su sede el Consejo Nacional Sirio en el exilio; Líbano, que vivió una guerra de quince años; o Irán, que en 1987 suscribió una alianza con Siria "para frenar a Sadam Husein".

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