Sevilla

Pasos fugaces en las obras

  • La comitiva pisó el acelerador en las zonas poco lucidas por las obras, como la Enramadilla · Un año más, en el Altozano se congregó numeroso público, que asistió al paso atípico de las carrozas junto al carril bici

Ni las obras ni el pronóstico inicial de lluvias lograron aguar la tarde a los Reyes de Oriente, que acumularon una hora de retraso a su salida del Porvenir. El séquito optó por avanzar con pasos rápidos en las zonas menos lucidas por las obras de reurbanización. Al dejar la avenida de la Borbolla para enfilar la Enramadilla, una calle llena de vallas por las obras, la comitiva pasó sin dificultades y de manera acelerada. Ya no había tiempo que perder para arrojar miles de caramelos en un camino lleno de gente. Desde las cinco de la tarde las primeras familias comenzaron a congregarse en la avenida de la Buhaira tratando de evitar las obras y las vallas de la Enramadila. Algunos expertos en los Reyes Magos dicen que los mejores espacios son las avenidas amplias con espacio de sobra para colocar los carritos de los bebés y los paraguas de manera estratégica. Larga fue la espera para las cientos de personas que se apostaron a primera hora de la tarde en la Buhaira. Los Reyes Magos se hicieron de rogar en este punto.

A las seis, cuando en principio tenían que estar deleitando a los niños en Eduardo Dato, los beduinos comenzaron a discurrir por la Eramadilla. Las vallas y las obras de reurbanización no impidieron que la comitiva derrochara caramelos e ilusión, aunque los conductores de las carrozas apretaron el acelerador en este punto para dejar atrás cuanto antes una zona de vallas. Y de nuevo, al girar hacia la avenida de la Buhaira, ríos de personas aguardaban ansiosas a las 33 carrozas del cortejo.

La tarde fue de paraguas para una lluvia que sólo dejó caramelos en las calles. Ante miles de miradas apuntando al cielo, el séquito real discurrió desde las antiguas cocheras de Tussam con un ligero retraso inicial que se fue acumulando hasta superar la hora de demora en los primeros momentos de la tarde de Reyes. Un problema con los faldones de la carroza de Egipto provocó este retraso inicial sobre el horario previsto, que se prolongó durante toda la tarde. La comitiva reanudó la marcha una vez que los faldones de esta carroza fueron desmontados y trató de recuperar, sin gran éxito, el tiempo perdido. Los nubarrones parecían presagiar agua, pero lo único que ayer cayó del cielo fueron miles de dulces y de sonrisas.

La gente se animó y abarrotó las calles. A primera hora de la noche, en torno a las nueve, la plaza del Altozano estaba repleta de público, pero hasta las diez no llegó la Estrella de la Ilusión hasta este punto. Las carrozas, a esta hora de la noche, discurrían aceleradas no sólo por la presencia de las obras sino también por los el retraso acumulado. Este cinco de enero el puente de Triana mostró una estampa inusual debido a las obras del carril bici. El Cecop recomendó a los ciudadanos que evitaran el puente de Triana para disfrutar de la Cabalgata precisamente por la presencia de las vallas en estas obras. Agentes de la Policía Local se encargaron de evitar las concentraciones en el puente y sólo uno de los laterales fue ocupado por el público.

Tras más de una hora de retraso, la Cabalgata al fin dejó Sevilla para culminar el último tramo hasta el campo de la Feria. Las carrozas se quedaron vacías de niños y caramelos una vez que llegaron a su destino en el aparcamiento del recinto ferial, donde permanecieron hasta la madrugada para iniciar el retorno a las antiguas cocheras de Tussam con el apoyo de un equipo de la Policía Local. Tras el paso de la Cabalgata miles de caramelos quedaron estampados en las aceras.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios