La Policía Local carece de datáfonos para cobrar las multas de tráfico en el acto
Algunos agentes optan por recibir el dinero en metálico e ingresarlo inmediatamente después en el banco.
La Policía Local carece de datáfonos para poder cobrar las multas de tráfico al momento, tal y como permite la nueva ley de seguridad vial. Los agentes municipales tienen la obligación legal de cobrar a aquellos ciudadanos que deseen pagar sobre la marcha, pero. sin embargo. no disponen de los medios adecuados. Algunos policías han optado por recibir el dinero en metálico e ingresarlo inmediatamente después en el banco, si bien esta práctica es poco operativa porque obliga al agente a desplazarse hasta la entidad bancaria en cuestión y guardar cola para realizar la operación, como si se tratase de cualquier otra gestión que realiza un ciudadano particular.
La última reforma de la ley de seguridad vial, realizada en el año 2009, posibilita a los infractores pagar la multa en el momento de que se la impongan, garantizándose así la reducción del 50% de la cuantía por pronto pago. En las carreteras, la Guardia Civil dispondrá en unos meses de medios para poder cobrar las multas.
Interior ha invertido recientemente 1,9 millones de euros para la compra de 4.510 datáfonos que permitirán que las multas puedan pagarse con tarjeta de crédito. La compañía alemana Siemens será la encargada de fabricar estos aparatos, cada uno de los cuales tiene un coste superior a los 400 euros.
Actualmente, la Dirección General de Tráfico (DGT) también permite el pago de las sanciones con tarjeta de crédito por internet, algo que tampoco puede hacerse con las multas del Ayuntamiento de Sevilla. El Consistorio no dispone ni tiene previsto encargar ningún datáfono para la Policía Local pese a que los agentes tienen la obligación de cobrar sobre la marcha a los ciudadanos que así lo deseen.
En la práctica, el hecho de que los policías tengan que recibir el dinero en metálico y luego desplazarse al banco para ingresar la cantidad supone un verdadero problema operativo. Si la multa se ha impuesto por la mañana, el mal menor es la pérdida de tiempo que conlleva realizar la gestión en el banco, tiempo que se le resta al servicio en la calle. Pero si la denuncia se ha presentado por la tarde o por la noche, el agente se ve obligado a ir al banco a la mañana siguiente, en su tiempo de descanso.
Hasta la última reforma de la ley, los policías tenían que cobrarle la multa ipso facto sólo a los extranjeros, pero esto provocaba escenas picarescas, como el hecho de que un extranjero viera que su coche estaba siendo multado por aparcamiento indebido y no hiciera nada para identificarse.
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