"Quiero luchar por la Justicia de a pie, no la de los casos estrella"

La abogada Pilar Sepúlveda (Sevilla, 1957) estará esta mañana en Madrid en la primera reunión del nuevo Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que tiene que elegir al presidente del máximo órgano de gobierno de los jueces y del Tribunal Supremo para los próximos cinco años.

-¿Qué ha supuesto su nombramiento para el CGPJ?

-Es un honor y al mismo tiempo una responsabilidad. Un honor porque realmente es una plaza de gran importancia y la responsabilidad viene porque tengo que hacer un trabajo muy importante. Creo que el papel de alguien que viene fuera de lo que es el órgano de los jueces, de una abogada de a pie como soy yo, es muy importante y novedoso.

-Se habla mucho de la politización del Consejo. ¿Qué trascendencia tiene la designación por las cámaras?

-Cuando se conoce el Derecho se ve claro. La Justicia es uno de los tres poderes del Estado y si la Justicia emana del pueblo, el CGPJ debe estar nombrado por aquellas cámaras que representan al pueblo español. Y ahora mismo el pueblo está representado en el Congreso y el Senado como lo hemos elegido. Otra cosa es que cuando empiece realmente a actuar, es un poder independiente, pero las ideologías son proporcionales a lo que el pueblo español ha querido que gobierne en España.

-¿No tiene por qué estar condicionada la actuación posterior?

-No. Solamente que la ideología responde a las proporciones del voto del pueblo. Si representamos al pueblo, será con las proporciones que se han establecido en las últimas elecciones, y por eso nos eligen las cámaras. Una vez que formamos parte del Consejo, constitucionalmente se establece que seamos independientes. Otra cosa es la ideología que tu tengas, pero no tienes por qué seguir las directrices de nadie, aunque naturalmente las sensibilidades estarán en función de tu ideología.

-¿Hay dos profesionales sevillanas en este nuevo CGPJ?

-Creo que las dos estamos muy interesadas en trabajar por la igualdad. Y me imagino que por la plaza que ocupa María Ángeles Carmona en la delegación del Gobierno, también será su inquietud. No sé si nuestros puntos de vista coincidirán en la forma, pero imagino que nuestro objetivo sí será el mismo: trabajar por la erradicación de la violencia de género. Todo está por hacer. Me imagino que trabajaremos juntas y cada una verá la problemática y aplicará la finalidad en función de su ideología, pero el fin será común.

-¿Qué puede aportar Pilar Sepúlveda a este nuevo consejo?

-Llevo 22 años trabajando en el tema de la violencia de género y en la violencia contra niños, ancianos y personas con discapacidad, colectivos muy vulnerables. Y luego también llevo temas de Justicia de a pie, me he andado toda Andalucía y he tenido juicios en toda la comunidad por llevar el servicio de asistencia a las víctimas de violencia sexual, y he tenido que celebrar juicios e ir a interrogatorios desde el último pueblo de Almería al primero de Huelva. Tengo un conocimiento de una realidad judicial que yo creo que es muy importante.

-Y ahí es donde puede encajar su papel en el Consejo...

-Si se fija en la composición del CGPJ casi todos son presidentes de tribunales superiores de Justicia, personas que están en el Tribunal Supremo, eso está estupendo, pero quizás el contrapeso podemos ser la Justicia de a pie. Siempre estamos hablando de las grandes decisiones, de la Justicia con mayúsculas, lo que me parece estupendo, pero los casos estrella, como el Gürtel, no responden en realidad a lo que queremos los justiciables. Lo que queremos los españoles es que nuestro tema de familia se vea rápido, que la pequeña o gran sentencia penal sepamos que se resuelva en condiciones, etcétera. Ésa es la Justicia por la que yo creo que hay que luchar o por lo menos por la que yo pienso luchar, para que esa se visualice y se tengan en cuenta esos casos, no solamente los grandes casos, que sí son importantes, pero si se fija a la mayor parte de la población lo que le angustia de la Justicia es su día a día.

-¿Cómo ve actualmente la situación de la violencia de género?

-Estoy preocupada. Las mujeres no se sienten seguras, eso es evidente. Las que trabajamos día a día y estamos en contacto con ellas vemos que no se sienten seguras para denunciar todavía y, una vez que denuncian, la respuesta tampoco la tienen muy concreta: desde que no se toman medidas de protección a que en muchas ocasiones los juicios o se retrasan muchísimo, con lo cual las presiones y las circunstancias pueden hacer que la retiren, o cuando son juicios rápidos son tan inmediatos que no ha dado tiempo a adquirir unas diligencias de prueba que a lo mejor son esenciales para una buena consecución. Y luego la Justicia no es sólo la respuesta, también hay que tener una recuperación social, económica y personal.

-¿Qué es lo que está pasando entonces?

-Creo que se ha roto mucho de la coordinación, que nominalmente no han desaparecido determinados servicios, pero en la práctica han quedado vacíos de contenido. Y estamos viendo que todo el tema de la mujer está dando un paso atrás bastante importante. Además, sabemos que en una casa cuando hay una economía más debilitada, la más debilitada de todos es la mujer y si alguien va a dejar el trabajo es la mujer, si a alguien le van a bajar el sueldo es a la mujer, si ya no va a haber ayuda de dependencia la que va a cuidar a los dependientes es la mujer. A lo mejor no lo han quitado nominalmente, pero si en la praxis se quita, las mujeres se van a ver muy perjudicadas.

-¿Ha llegado el momento quizás de revisar la ley integral de violencia sobre la mujer?

-Creo que más que la ley, lo que hay que revisar es su aplicación. De nada nos sirve tener las leyes que tengamos si la aplicación no es la que debiera ser. Que no la dejen vacía de contenido, una ley que no se aplica es un brindis al sol.

-¿Qué es lo que está fallando?

-Desde que sea eficaz el tema judicial, que sea eficaz la sensibilización, la formación desde los colegios, la publicidad, todo lo que compone la ley. Hay que tener primero la ley integral en sí y luego las otras que son transversales, como por ejemplo la ley de dependencia.

-Otro de los principales problemas de la Justicia es el retraso en la resolución de los asuntos...

-Estoy muy preocupada porque las medidas que se están tomando económicas son convocar muy pocas plazas y quitar a los interinos y a los contratados, y esas personas estaban haciendo una labor. Si encima de que hay atrasos, se quitan estas personas, nos vamos a encontrar con que esto va a más. Y en una sociedad en la que existe una crisis económica, hay reclamaciones económicas mucho más grandes, desde el tema laboral, los civiles con las reclamaciones de cantidad. Mientras más crisis haya más problemas judiciales existirán, con lo cual las medidas que se están tomando puede ser que acrecienten el retraso en la Justicia.

-¿Y contra eso cómo se puede luchar en una época de crisis?

-Hay planeadas distintas cosas, como la nueva distribución de los juzgados, pero creo que hay que dotar de nuevos juzgados. Habrá cosas que podrán quedar en segundo lugar. Creo que hace falta crear más juzgados, pero en los sitios que se necesitan. Estamos en puertas de muchas modificaciones que pueden afectar a la Justicia muy intensamente pero no podemos dejar todos los problemas judiciales para que se resuelvan cuando hayan esas modificaciones.

-Otro de los retos de la Justicia es la modernización…

-Se está empezando. Estamos en un colectivo que no es tan dado a la modernización de los sistemas, pero sin duda se ha visto que los programas que se han aplicado y los adelantos han redundado positivamente. Creo que aunque de momento pueda ser un reto y un gasto, después los resultados van a ahorrar mucho y desde luego van a adelantar mucho, desde las notificaciones por internet, etcétera. Va a ser un cambio tremendo.

-¿Cómo ve el futuro de los procuradores con la reforma que les va a quitar competencias?

-Personalmente les veo su utilidad a los procuradores, pero sin duda con las nuevas tecnologías habrá cosas que realmente les puede afectar mucho a ellos, porque hay algunas funciones que se pueden solapar, pero no todas sus funciones. No podemos dejar al procurador como una figura que trae y lleva papeles, es una figura mucho más completa y que hace unos servicios muy interesantes, y auxilian a la Justicia y a los letrados perfectamente. Tendrán que reciclarse y seguir por una parte con sus funciones y por otra desgraciadamente se van a solapar por la tecnología.

-¿Cómo ve la eterna cuestión de la Ciudad de la Justicia?

-La Ciudad de la Justicia es una necesidad, pero la priorización de esa necesidad es lo que habrá que establecer en estos momentos. El Prado es una ubicación muy interesante, pero hay un espacio limitado y empezar con un sitio que se va a quedar pequeño desde ya... Tendrá que ser un sitio que tenga miras de futuro, no nos vamos a meter en algo que se agote con el día. Si hay que hacer una inversión será de futuro.

-¿Pero será una realidad?

-Eso depende de los políticos y de los presupuestos. Como necesidad existe, pero tenemos que preguntarnos cuál es la necesidad más perentoria. Habrá que valorar hasta qué punto la Ciudad de la Justicia es la primera prioridad o son otras inversiones las que se requieren.