Tradición gastronómica en pleno arrabal

TABERNA MIAMI

Hablar del restaurante Miami es hacerlo de la tradición tabernera más pura y clásica de Sevilla. Esta casa fue fundada en el año 1930 en el barrio de San Bernardo y desde 1965 se encuentra ubicada en pleno centro de Triana, en la calle San Jacinto. Es un negocio familiar que actualmente ya va por la tercera generación y que mantiene las tradiciones gastronómicas más típicas haciendo que sus clientes se encuentren como en casa, destacando el buen trato de su personal, que, para que nada se pierda, sigue cantando las tapas a la cocina.

Su actual responsable es Elisabeth Vizcaíno, quien tomó el relevo de su padre, Juan María, y de su tío José María hace apenas dos años: "El negocio es totalmente familiar y eso es para mí lo más importante. El trato cercano al cliente es una de nuestras principales premisas, sin olvidar la calidad de nuestras tapas y raciones. Nuestro lema o eslogan, aunque eso sea muy moderno para una taberna, es dar calidad a buen precio".

El establecimiento originario lo abrió su abuelo Ceferino en San Bernardo. Era, básicamente, un local destinado a la venta de vinos que no tenía ningún nombre. Lo de Miami fue por dicho popular, aunque realmente no se llamó así hasta que en 1965 se mudó a Triana: "Al lado de la tasca de mi abuelo abrieron un local muy moderno que se llamaba Miami. La gente iba allí, pero al final siempre acababan entrando en el bar de mi familia. Al final el verdadero Miami tuvo que cerrar porque le fue mal y la gente nos empezó a llamar a nosotros Miami. Así que mi abuelo se lo puso porque así lo llamaba el pueblo".

La Taberna Miami, ya en Triana, tuvo durante algún tiempo un colmao, un espacio en la planta primera en el que la gente se reunía para charlar y bailar, aunque con el tiempo desapareció.

La carta sigue prácticamente invariable desde 1965, sólo se le han ido añadiendo algunos pequeños retoques. La especialidad de la casa son los calamares fritos, que Elisabeth asegura que son únicos y no hay que perderse: "Como éstos no se pueden degustar en ningún otro sitio. El secreto es el tipo de calamar que usamos. Realmente merece la pena probarlos".

Como propuesta, de entrante la Taberna Miami aconseja el tomate rociero, aliñado con albahaca, orégano, ajo y otras especias, acompañado de una buena bandeja de pescado frito variado, otra de las especialidades de la casa. También es digno de probar su famoso plato de carnes variadas con diferentes salsas a elegir.