Un vecino de Amate con problemas de droga se atrincheró este domingo con un cuchillo en el bar de la asociación de vecinos La Unidad, en la avenida de la Calesera, junto al Parque Amate, para exigirle dinero a su madre Encarni, que regenta este establecimiento de hostelería. 

José P., como así se llama, con 38 años de edad, ha sido detenido por los agentes de la Policía Nacional por delitos de amenazas, resistencia y desobediencia. Este domingo sigue detenido en los calabozos. Finalmente no se le imputó delito de violencia doméstica. 

Ante el estado de toxicomanía que padecía, José ha pasado unas horas ingresado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Fuentes policiales aseguran que José ha sido examinado, que se ha determinado que no padece problemas psicológicos y que  su atrincheramiento tuvo lugar bajo un fuerte estado de síndrome de abstinencia. 

Los hechos sucedieron casi a hora del almuerzo, unos veinte minutos antes de las dos de la tarde, en el número 24 de la avenida de la Calesera, en la barriada de El Trébol, a pocos metros del Parque Amate.   

Según la escena presenciada por este periódico, durante más de dos horas de tensión amenazaba con quitarse la vida si no recibía el dinero de su madre. En la calle, casi un centenar de vecinos contemplaban lo sucedido comentando las veces que el hijo de Encarni ha dado problemas a su madre, siempre reclamando dinero para droga, y la lucha que trae esta familia para sacar al hijo de esta triste situación.       

Más de una decena de agentes acordonaron el entorno del bar, situado en una zona repleta de comercios y bares con veladores. Al lugar acudieron dos ambulancias e incluso la Policía secreta. La detención se produjo pasadas las cuatro de la tarde, cuando el atrincherado salió a la puerta del bar para tratar de cerrar las puertas. En ese momento, los agentes corrieron hacia él y le gritaron que soltara el arma blanca que portaba.

Algunos conocidos de la familia comentaban lo querida que es la madre y la hermana de José en el barrio, y añadían que estas continuas amenazas del hijo se estaban cargando el negocio de hostelería de la madre, que tiene siempre un sinvivir por este motivo. Elvira, vecina de la zona, señalaba lo bien que Encarni lleva el bar y lo que la quieren en el barrio. María del Mar, otra vecina, añadía que Encarni es muy buena persona. Otra vecina abundaba en que el hijo José es una persona buena, pero con graves problemas y que ataca a quien más quiere que es su madre.