TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

Igualdad

El camino hacia la paridad de los administradores de fincas de Sevilla

  • Un tercio de estos profesionales colegiados son mujeres, que ya ocupan la mitad de los puestos de la junta directiva desde el año pasado

  • Alicia Creagh relata cómo ha cambiado una profesión masculinizada tradicionalmente por sus horarios

Alicia Creagh, vicepresidenta segunda del Colegio de Administradores de Fincas de Sevilla.

Alicia Creagh, vicepresidenta segunda del Colegio de Administradores de Fincas de Sevilla. / Manu Socarrás

Alicia Creagh Zorrilla pertenede a una segunda generación de administradores de fincas. Una profesión masculinizada hasta hace pocos años, como otras, por los horarios y las dificultades para conciliar que las mujeres han encontrado para ejercer este trabajo. Un oficio reconocido por la ciudadanía pero menos valorado por el desconocimiento de las labores que estos profesionales desempeñan y que abarcan desde aspectos jurídicos a económicos, sociales y hasta de mediación. 
Actualmente, los colegiados de Sevilla cuentan con paridad en su órgano de representación, cinco mujeres y cinco hombres forman parte de la junta directiva y un tercio de los colegiados son mujeres: en total 150 de los 453 profesionales que ejercen en Sevilla. 
Creagh, que actualmente es vicepresidenta segunda del colegio, es la segunda mujer que accedió a la junta y la primera, pues la pionera no pudo terminar su mandato, que se ha mantenido más de una década, 14 años y medio en concreto, de manera ininterrumpida. "Cuando entré en 2006 era la única mujer, en 2011 fueron incorporándose otras compañeras y desde el pasado septiembre somos cinco", comenta la administradora de fincas que ya no ve brecha de género en esta profesión donde hay mujeres que llevan 30 años ejerciendo como referentes.  
La clave está, según comenta, en que el camino hacia la igualdad se ha conquistado como un proceso natural, "sin forzar una paridad que no esté apoyada en los méritos", comenta destacando que las campañas que se hacen en estos momentos desde el colegio están dirigidas a visibilizar la profesión, sin necesidad de distinguir entre géneros ni imponer cuotas.
Creagh es consciente de que este logro, no obstante, ha sido posible gracias a los hombres. Recuerda cómo su madre, que inició junto a su padre su labor como administradora de fincas en 1979, tuvo que reducir su trabajo a una labor de despacho, sin poder asistir a reuniones ni juntas de comunidad hasta que sus hijos se hicieron mayores. "Actualmente dirijo esa empresa familiar con mi hermana y somos en total 20 personas, de las cuales 14 somos mujeres. Coincidimos en que sin el apoyo del marido, la pareja o la familia, ejercer esta profesión es complicada con unos horarios criminales, pues las reuniones de comunidad se celebran cuando todo el mundo regresa a casa", comenta agradeciendo que la conciliación haya encontrado un encaje natural en estos tiempos y permita a las mujeres ganar presencia en este sector de una manera natural. 
A pesar de que el Colegio de Administradores de Fincas de Sevilla se implica en cuestiones sociales y de igualdad de género, como la campaña que puso en marcha durante el confinamiento para implicar a las comunidades de vecinos en la lucha contra la violencia machista, las preocupaciones hoy tienen más que ver con la necesidad de aumentar la formación en mediación de conflictos, por ejemplo, dada la crispación que se está experimentando en las relaciones vecinales en los últimos años que ha obligado a contrara a vigilancia privada en alguna junta de comunidad incluso para evitar agresiones. Y también con la necesaria actualización, que fue uno de los atractivos que Alicia Creagh encontró en este oficio de tradición familiar por el que se decantó tras una incursión profesional en otro negocio, un despacho de abogados de ámbito nacional. 
Actualmente, hay varias universidades españolas, como la de Burgos, Alcalá de Henares o Málaga, que cuentan con una titulación específica de administrador de fincas, una profesión a la que la mayoría hasta ahora accedía desde una formación generalista en la que se incluyen varias carreras universitarias que desde los años 60 permiten que el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas otorgue los títulos. 
 
La pandemia sí está transformando una profesión donde la igualdad se considera un capítulo superado. De entrada ha duplicado el trabajo pues, además del esfuerzo que para todos supone la interpretación a contrarreloj de los decretos de alarma que se han ido publicando en los últimos meses, la imposibilidad de celebrar juntas telemáticas obliga a realizar reuniones informativas por este medio y luego a habilitar casilleros para que los vecinos depositen sus votos tras recibir por escrito toda la información. Sin contar con la adecuación también de los horarios presenciales.
No obstante, esta nueva situación por el Covid-19 ha permitido que la formación que se ofrecía a los colegiados llegue ahora a más personas, al ser obligado el formato online, formación digital. 
En estos momentos, el Colegio de Administradores de Fincas de Sevilla trabaja también en el relanzamiento de una novedosa medida puesta en marcha hace cinco años, la denominada Oficina de Atención a las Comunidades, una especie de turno de oficio de administradores que, acreditando más de cinco años de experiencia, acceden a este servicio que es gratuito para los vecinos que no cuentan con un administrador de fincas colegiado. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios