La Guardia Civil ha detenido en Paradas a un hombre de 41 años que se había especializado en atracar cajeros automáticos con explosivos. La investigación, desarrollada por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Osuna, ha esclarecido siete robos con fuerza en diferentes entidades bancarias de las provincias de Sevilla y Huelva. Pese a ello, el detenido ha quedado en libertad con cargos.

En un comunicado emitido este martes, el instituto armado ha informado de que los agentes averiguaron que el autor de estos hechos empleaba sustancias explosivas e incendiarias que fabricaba de forma casera y que, aunque utilizaba productos de fácil acceso y aparentemente poco peligrosos, tras su manipulación llegaban a alcanzar gran potencia. 

Se incrementaba así el peligro no sólo al usar este explosivo, sino también al fabricarlo, transportarlo y almacenarlo, debido a la alta inestabilidad de los componentes. El sospechoso provocaba explosiones con estas sustancias y de esta manera ha causado graves daños en las entidades bancarias que intentaba robar, inutilizando por completo los cajeros automáticos.

La investigación comenzó a principios de año, cuando comenzaron a registrarse en distintas localidades de la provincia de Sevilla explosiones e incendios en cajeros de entidades bancarias. El ladrón actuaba con independencia de que se trataran de cajeros interiores o exteriores y de su situación, llegando a realizar dichos actos de día y en calles peatonales, con el consiguiente peligro para las personas que transitaban por el lugar.

Arrancaba así la Operación Polbe. El autor de los robos fue perfeccionando su método y provocó explosiones e incendios cada vez más violentos. La Guardia Civil redobló los esfuerzos para localizar al sospechoso, que se comportaba con un celo extremo para intentar ser identificado.

Finalmente, durante la madrugada del pasado 12 de mayo, se localizó al sospechoso en Paradas. En el momento de su detención, el supuesto autor, identificado como J. P. B, fue sorprendido con todo tipo de artefactos para provocar la explosión de su próximo objetivo, que no pudo consumar.

Fue necesaria la intervención del Grupo de desactivación de Explosivos de la Guardia Civil de Sevilla, grupo que ha apoyado durante toda la investigación, así como la intervención de especialistas del grupo Cinológico, con sus perros especializados en la detección de explosivos.

El detenido ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, poniéndose fin a una situación de alarma social que se había generado entre las distintas localidades afectadas por la gravedad de los hechos acaecidos. Algunas de las localidades en las que cometió los robos fueron han sido Estepa, Utrera, Arahal, Écija, La Lantejuela, El Palmar de Troya y Bonares.