El flujo de turistas cae al nivel de 2005 tras el peor verano de los últimos años

Preocupación en el sector turístico. La llegada de viajeros a los hoteles sevillanos ha retrocedido a las cotas de 2005 tras el peor verano de los últimos años. En el primer cuatrimestre -clave para el cierre del ejercicio gracias a los eventos de primavera como la Semana Santa y la Feria- sólo se percibió un descenso del 0,5% en la llegada de viajeros. Pero en el segundo cuatrimestre la pérdida se ha acentuado hasta el 3,8%, según la última Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística.

Si se analiza el conjunto del año, entre enero y agosto los establecimientos de la provincia alojaron a 1.543.000 viajeros, lo que supone un descenso del 2,2% respecto al mismo periodo de 2007. La caída más acentuada se debe a los viajeros extranjeros, que descienden un 2,7% frente al 1,8% de los residentes en España.

No obstante, en números redondos la mayor parte de la caída se debe a los turistas españoles, que siguen aportando más de la mitad del flujo total. A pesar de la reducción del número de huéspedes en los hoteles sevillanos, la ocupación media apenas ha retrocedido cuatro décimas en los primeros ocho meses del año, pasando del 49% al 48,6%.

No se trata de una casualidad. Una de las claves que sostiene la ocupación radica en la política de ofertas de última hora acometida por los hoteleros para animar la demanda. La contrapartida es el estrechamiento de los márgenes, a costa de los beneficios y la capacidad para acometer nuevas inversiones. Todo tiene un límite y llega un momento en el que es imposible recortar más los precios, sobre todo cuando el euro cotiza en la estratosfera del dólar, reduciendo el atractivo de Sevilla -al igual que el resto de destinos españoles- para los circuitos de los touroperadores internacionales.

"La reducción de precios funcionó relativamente bien hasta junio, pero con la llegada del verano, no ha sido suficiente", explicó el presidente de la Asociación de Hoteleros de Sevilla, Santiago Padilla, que incidió en que el sector necesita "nuevas fórmulas para incentivar la demanda".

El otoño será determinante para salvar el año. Pero la crisis económica está afectando también a la celebración de eventos profesionales, que es el gran catalizador del turismo sevillano en el tramo final del año. "Tras el verano, se abre una segunda temporada alta vinculada fundamentalmente a los congresos y el problema al que no enfrentamos es que no hay programado ningún gran evento", lamentó Padilla, que recalcó que "se está resintiendo el turismo más atractivo".

El presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Sevilla, Antonio Távora, alberga "cierto optimismo". "Tenemos varios congresos en cartera aunque es cierto que la crisis está afectando a industrias que arrastran muchos eventos como es la farmacéutica", manifestó Távora.

En el sector no se aventuran a dar previsiones ante el contexto económico actual. "No sabemos si estamos al principio, en el medio o en el final de la crisis", señaló Santiago Padilla, que destacó que se trata de "situación mucho más compleja que en 1993", en alusión a la última gran crisis económica que azotó a Sevilla.

"Entonces estaba claro que hubo un exceso de oferta tras la Expo y se produjeron cierres de negocios. Hasta el momento presente no ha habido ningún cierre pero la situación de cada empresa es un mundo", indicó el dirigente de la patronal hotelera.

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