La mujer y la "teoría del aplauso"

"Los hombres me han dado sus quejas porque no los tenemos en cuenta, pero hay movimientos favorables entre ellos a favor de la igualdad". Así concluyó su intervención Nani Carvajal, la presidenta de la Asociación de la Prensa, que inauguró bajo el título Mujeres, de Objeto a Sujeto unas jornadas sobre los límites y oportunidades para la igualdad real. El evento, organizado por la Asamblea de Mujeres Periodistas de Sevilla, contó también con la colaboración del Instituto Andaluz de la Mujer.

Carvajal remarcó la importancia de estas jornadas sirvan para que las profesionales de los medios se planteen "líneas de progreso en nuestra lucha por la igualdad". Así, destacó la importancia decisiva que han tenido los medios para concienciar a la sociedad en el tema de la violencia de género, según la presidenta de la Asociación de la Prensa de Sevilla, "el tema que más nos debe doler". Las participantes en las jornadas, que han sido coordinadas por María José Sánchez Apellániz, coincidieron en que, sin el trabajo de los medios, no hubiera sido posible generar el rechazo social al maltrato y recordaron el caso de Ana Orantes, la mujer granadina que murió quemada viva por su marido tras denunciar su situación en la televisión.

El acto de inaguración contó también con la participación de Soledad Pérez, la directora del Instituto Andaluz de la Mujer. En su exposición tuvo palabras de admiración hacia la lucha que ha mantenido a lo largo de la historia el movimiento feminista, celebrando que el título de las jornadas recogan ese "andar de las mujeres, trabajando siempre para conseguir una igualdad real y efectiva". Pérez habló sobre la "teoría del aplauso": "Los hombres nos aplauden y nos dicen que todo lo hacemos bien, pero es una imagen falsa porque, si tan bien lo hacemos, no estamos en todos los sitios, la mujer no ocupa los espacios de poder". "Nosotras ya estamos, pero no somos, ellos están y son", concluyó convincente Pérez.

Según la directora del Instituto de la Mujer, en los debates, las propias mujeres siguen cuestionándose, preguntándose si tienen que ser o no las mejores: "Estamos aquí por excelencia, siempre tenemos que ser las mejores de nuestro sexo porque con el otro nunca nos terminamos de comparar". En definitiva, criticó la limitación de las mujeres en el poder: "Ellos son los que opinan y deciden, nosotras estamos por paridad, no por cualidad".