Los últimos datos del paro publicados, correspondientes al mes de julio, han revelado que el paro se sigue reduciendo en Andalucía y en Sevilla pero con menos intensidad de lo que lo hizo el año pasado, el mejor en este sentido desde el estallido de la crisis tras años en los que la mejoría sólo había sido leve. Y esa tendencia es la que se da también cuando el foco se acerca a la realidad más local, las de cada uno de los municipios. Si el año pasado en julio el número de parados inscritos en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) bajó en la práctica totalidad de la provincia con respecto a 2016 (salvo en cuatro localidades, con escaso peso poblacional), esta vez lo ha hecho en menos: 88 de 105. Por contra ha subido de nuevo en otras 17.

Es la situación de varias localidades pequeñas (Alcolea del Río, El Garrobo, El Madroño, El Ronquillo, Pruna, El Real de la Jara o San Nicolás) en las que sube. Pero lo hace también en otras que no lo son tanto o tienen cierta ascendencia comarcal, como Salteras, Genera, El Pedroso, Cazalla de la Sierra, Aznalcázar, Pilas, Villamanrique de la Condesa, Tocina o La Roda de Andalucía.

Son pueblos agrícolas en un año que no ha sido del todo bueno para el sector y, en el caso de La Roda, se trata de uno de los enclaves donde se concentra la industria de la aceituna de mesa que se exporta a Estados Unidos y que se ha visto gravemente afectada por la imposición de aranceles a la importación. El aumento del 4% del número de parados en ese pueblo, aunque pueda parecer pequeño en números absolutos, podría ser un primer síntoma de lo que está por venir si no se encuentran alternativas para el sector estratégico.

En lado contrario de la balanza y entre los pequeños pueblos de la provincia destaca el comportamiento que ha tenido Aznalcóllar en el último año, con 105 parados menos y un descenso del paro del 12%, el doble de la media nacional, fruto probablemente de las primeras contrataciones para la preparación de la mina.

La pérdida de fuelle en la creación de empleo se refleja en la reducción del ritmo con el que los grandes municipios, que hacen de locomotora para el resto, venían reduciendo su número de parados. Si en Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra el porcentaje interanual de reducción del paro alcanzó en 2017 el 10% y 11,6% respectivamente, en este mes de julio la cifra se ha quedado en un 2,80% y un 1,34%. En este caso, es Dos Hermanas la que se muestra algo más dinámica, con 421 parados menos que el mismo mes del año anterior, un periodo en el que Alcalá de Guadaíra sólo ha logrado absorber a 120.

El paro aumenta en La Roda, afectada por los aranceles a la aceituna, y baja en Aznalcóllar

La recuperación del empleo es más intensa en Dos Hermanas o La Rinconada que en Alcalá

Este polo industrial de la provincia y uno de los municipios del país en los que, proporcionalmente, el sector industrial tiene más peso en el empleo se ve superado por otros en la recuperación del empleo. En La Rinconada, referente también por la industria aeronáutica que concentra, el paro baja un 4,94%, con 231 parados menos; en Los Palacios, lo hace en un 6%, 243 parados menos en números absolutos y, más alejados del entorno metropolitano, Morón o Écija, que también superan la cifra de 200 parados menos que hace un año. En la capital, la reducción del paro fue más importante: de un 3,46% con 2.506 inscritos menos en las oficinas de empleo el último día del mes, aunque el año pasado la reducción rozó el 9%.

En su conjunto, la provincia tiene este mes de julio 7.975 parados menos que hace un año inscritos en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo, lo que supone un 3,9% de reducción, frente al 9,7% que se alcanzó en julio de 2017. Entre los municipios de cierta población –más de 20.000 habitantes– que superan esa media están Coria del Río (4,16%); Écija (5,8); Lebrija (4,94%); Mairena del Alcor (5,10%); Morón de la Frontera (9,30%); Los Palacios (6,08) y La Rinconada (4,94%). El resto queda por debajo. En Mairena del Aljarafe el paro se redujo en un 3,07%; en Carmona, un 2,75%;  en Tomares, un 334%; en San Juan, 1,70%; y en Utrera, un 1,52%. En Bormujos, las cifras son muy similares a las de 2017. 

Además, y como puede comprobarse en la tabla adjunta, la mayoría de los municipios están lejos todavía de la cifra de parados de antes de la crisis, teniendo como referencia el año 2008. En su conjunto, la provincia tenía en julio de 2017 unos 57.300 parados más que ese año, lo que supone que el mercado laboral tendría que absorber todavía a una población mayor que Utrera para ponerse al nivel de aquel año. Al ritmo que ha reducido paro en el último ejercicio necesitaría más de siete años para equipararse.