Patrimonio

La restauración de las fachadas del Arzobispado arranca el lunes

  • El deterioro se evidenció recientemente al caerse una figura decorativa

  • Uno de los motivos de la erosión son los orines, de animales y humanos

Fachada principal del Palacio Arzobispal, en la Plaza de la Virgen de los Reyes.

Fachada principal del Palacio Arzobispal, en la Plaza de la Virgen de los Reyes. / D. S.

A partir del lunes la Plaza de la Virgen de los Reyes ofrecerá una imagen distinta a la actual. A los andamios que cubren la cara sur de la Giralda se sumarán los que hagan la misma función en la fachada del Palacio Arzobispal, que será sometida a una profunda restauración tras los síntomas de deterioro que presenta. El último incidente ocurrió hace escasos días, cuando se desprendió una figura decorativa, lo que obligó a cortar el tráfico en la zona al tener que intervenir. Estos trabajos cuentan con la autorización de la Comisión Provincial de Patrimonio, que otorgó su visto bueno hace un año. A ellos se sumará la gran reforma proyectada en el interior del Palacio, que afecta al ala norte del edificio, la cual será rehabilitada con una inversión de 700.000 euros.

Las obras se acumulan en un espacio que forma parte de la zona que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987. No sólo habrá andamios en la Giralda. Las tres fachadas del Palacio Arzobispal –las de la Plaza Virgen de los Reyes, Placentines y Don Remondo– serán objeto de una restauración planteada desde hace tiempo y a la que dio luz verde la Comisión Provincial de Patrimonio el pasado verano. Los trabajos vienen precedidos de un informe en el que se alertaba de su deficiente estado. No en vano, en dicho documento se informaba de “daños puntuales que pueden ser considerados como graves, ya que hay peligro de desprendimiento de elementos de cantería”.

Este riesgo se evidenció hace pocos días, cuando se vino abajo una figura decorativa de la fachada, lo que obligó a cortar el tráfico al tener que realizarse una inspección. No hubo que lamentar destrozos ni heridos por el incidente. En este sentido, el informe pone de relieve que los principales daños que sufren las tres fachadas pueden ocasionar desprendimientos como éste. Los expertos han detectado desplacaciones (pérdida de materia), alveolización (alteración de los materiales), grietas y fragmentación, especialmente en los elementos ornamentales. A ello se une “un intenso ataque químico de naturaleza orgánica”, afección que obedece a la presencia de excrementos de palomas y a la contaminación atmosférica.

El informe explica también que los daños que registran las fachadas se deben, principalmente, a la exposición constante a los gases que generan los coches, a la erosión por el contacto humano en las zonas accesibles y algo que también resulta muy llamativo, a la presencia de orines, tanto de personas como de animales, lo que también provoca un gran deterioro.

Este entorno ha sido objeto de un proyecto de peatonalización para eliminar las labores de carga y descarga en la calle Mateos Gago, lo que, sin embargo, no evitaría la entrada de taxis y vehículos de residentes. Actualmente se desconoce la fecha para la reurbanización de este céntrico enclave, cuyo fin es crear una plataforma única para la calzada y el acerado. El Ayuntamiento procede ahora a recoger las propuestas vecinales para elaborar el diseño definitivo. La intención es que los trabajos comiencen antes de que acabe 2018.

En cuanto a la metodología a emplear en la restauración de la fachada del Palacio Arzobispal, Patrimonio obliga a que sea “respetuosa” con las características estructurales y formales del edificio. “La intervención se afrontará desde un enfoque interdisciplinar, ha de ser mínima y reversible en los tratamientos y materiales usados, para que se reconozcan fácilmente”, explican desde la comisión que vela por el patrimonio.

A esta restauración se sumará la rehabilitación que se proyecta en el ala norte del mencionado edificio y que fue adelantada por Diario de Sevilla a finales de junio. Dicha intervención afecta al salón de los cuadros –que serán retirados mientras duren las obras– y a la suntuosa escalera principal. Los trabajos cuentan con una inversión de 700.000 euros y en su ejecución se asumirán algunos metros cuadrados del Hotel Los Seises, que se usarán para construir un aseo. Este establecimiento está cedido por el Arzobispado para su explotación.

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