Una vía pecuaria complica el uso del solar del Tamarguillo para 230 viviendas
Sostenibilidad de la Junta inicia el trámite para el deslinde y posterior trazado alternativo de la Colada de SanJuan de los Teatinos, que afecta al 26% de estos 31.000 m2 de suelo de varios propietarios
El solar del Tamarguillo no se vende por su endiablada situación urbanística
La vía pecuaria Colada de San Juan de los Teatinos, con una longitud de 2,9 kilómetros, complica el desbloqueo del gran solar de la ronda del Tamarguillo que lleva demasiadas décadas sin uso frente al centro comercial Alcampo, pese a que la ciudad conoce la existencia de este camino protegido desde la clasificación de vías pecuarias de 1947. Este gran suelo de 31.000 metros cuadrados es el terreno no urbanizado más céntrico de Sevilla.
El paso de esta vía pecuaria por este suelo rodeado de bloques de viviendas y ligado a múltiples propietarios es una de las razones principales por la que esta parcela no ha tenido salida en las últimas décadas y ha sufrido el abandono de su propietario desde 2010: la Junta de Andalucía, que lo recibió de manos del Estado como pago en especie de su deuda histórica con la comunidad andaluza.
La consejería de Sostenibilidad de la Junta de Andalucía ha iniciado a finales de este año el trámite para el deslinde parcial de esta vía pecuaria en el tramo que va desde la Cañada del Juncal hasta la ronda SE-30 con la previsión de resolver el procedimiento en 18 meses.
Pero el trámite no va a ser fácil por el elevado porcentaje que ocupa la vía pecuaria y por la cantidad de propietarios que tiene el suelo.
Esta vía pecuaria afecta al 26% de la parcela, según datos municipales de 2013, y por ley es obligado deslindarla (delimitarla), amojonarla y habilitar un trazado alternativo si se ocupa por razones justificadas.
El urbanista e investigador Antonio Martín, el mayor experto en la materia, asegura que, aparte de su longitud, la anchura de esta vía es también importante: 15 metros, según consta en la cartografía oficial.
Sobre esta parcela gigantesca se habían proyectado 237 viviendas (87 de ellas protegidas), una zona verde de 10.000 metros cuadrados, equipamiento público (3.000 m2) y nuevas calles para prolongar Avión Cuatro Vientos y Alhambra hasta la ronda del Tamarguillo, una proyección que se hizo sin tener en cuenta la presencia de la citada vía pecuaria.
El paso de esta antigua ruta de tránsito ganadero por este suelo del Tamarguillo no se puede obviar porque las vías pecuarias son espacios protegidos del dominio público, cuya ocupación requiere su deslinde (delimitar su trazado) y su desafectación, es decir, que quien los ocupe ceda suelo a la ciudad para garantizar su continuidad con un trazado alternativo o, de lo contrario, se enfrenta a sanciones penales o administrativas.
Así pues, el problema de esta parcela va más allá de sus multipropietarios y de la necesidad de redactar un nuevo estudio de detalle, un proyecto de urbanización y un proyecto de reparcelación.
Según el estudio de detalle aprobado inicialmente de 2006 y que ya no sirve, los dueños son la Junta de Andalucía, que posee la mayor parte, con 18.193 m2 (58,48%); Adif, con un 25,18% (7.834 m2) porque por aquí pasaba el Tren de los Panaderos. Y la comunidad de propietarios de la calle Alhambra (14,70%) con 4.574 m2 y la comunidad de la calle Alberche (0,58%) con 182 m2.
Los propietarios han sido citados el 15 de enero en la calle Avión Cuatro Vientos esquina Ramón y Cajal para iniciar el deslinde.
“Desafectar una vía pecuaria puede llevar 2-3 años si no hay conflicto”
El urbanista e investigador Antonio Martín García, el gran experto en vías pecuarias, señala que la construcción de viviendas en el gran solar del Tamarguillo podrá ser una realidad cuando se complete la desafectación de la vía pecuaria de la Colada de San Juan de Teatinos, un trámite que puede durar varios años (“dos o tres años si no hay conflicto”) porque requiere la expropiación de suelo. Tras el deslinde (delimitación) y amojonamiento, lo primero es desafectar la vía pecuaria, y eso obliga a un cambio de trazado bien justificado y previa expropiación de suelos porque “una vía pecuaria nunca puede desaparecer por ley”.
Martín recalca que el deslinde con la participación de los propietarios del suelo debe partir siempre de la consulta a las fuentes originales: la cartografía oficial que indica su trazado exacto sobre el terreno. Señala que esta parcela debería servir en su mayor parte para usos públicos para el barrio, no para uso privado.
El experto lamenta que “el Estado tomó el pelo a Sevilla” al ceder en 2010 el gran solar del Tamarguillo como pago en especie por la deuda histórica porque ya que era un suelo del dominio público de la ciudad y así lo demuestra el paso de la vía pecuaria por aquí. Martín lleva años denunciando la histórica pérdida de vías pecuarias en Sevilla por el pase de dominio público a propiedad privada.
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