2025, el año histórico en el que el Sevilla logró menos triunfos en Nervión, sólo cuatro

El histórico y negativo registro en el Ramón Sánchez-Pizjuán, que vio tres victorias con Matías Almeyda y sólo una la pasada Liga, son un reflejo perfecto de la deriva del club en los últimos años, con influencia directa en lo deportivo

Brindis por una feliz Navidad con todos los capitanes del Sevilla

Los futbolistas celebran el triunfo sobre el Barcelona con la afición, que nunca falló pese al paupérrimo registro.
Los futbolistas celebran el triunfo sobre el Barcelona con la afición, que nunca falló pese al paupérrimo registro. / Antonio Pizarro

El otrora fortín del Ramón Sánchez-Pizjuán, un estadio temido históricamente por el ambiente que se crea en el coqueto recinto nervionense, ha declinado hasta convertirse en una especie de salón de té donde sirven en bandeja de plata y con guantes blancos nutritivos postres de sobremesa. El rugido de Nervión ya no amedrenta a los rivales, sea cual sea la categoría de éstos. El año que concluye pasará a la historia del Sevilla como el que menos victorias disfrutaron los socios blanquirrojos en su estadio, apenas cuatro, repartidas entre una de la pasada temporada, de la mano de Joaquín Caparrós, y tres ya con Matías Almeyda.

Hay que irse muy atrás a la historia para encontrar un precedente similar... pero ni así han saboreado menos triunfos los aficionados sevillistas en su estadio. En el malhadado año 1996 apenas hubo cinco victorias en Nervión, entre los tres de la segunda vuelta de la 95-96, con aquel triunfo sobre el Salamanca con triplete de Suker (3-0), más otro de Copa de aquella temporada, y otro triunfo de la 96-97, el único de aquella aciaga primera vuelta, sobre el Athletic (4-2) y antes de que se consumara el descenso en 1997.

Ni siquiera los años de descenso ha habido tan bajísimos registros en un año natural. Por ejemplo, el de aquella 96-97, con dimisión de Camacho y hasta cuatro entrenadores (Álvarez, Bilardo y Rubio), el Sevilla logró ocho triunfos en la segunda vuelta, ya en 1997: siete de Liga, con 22 equipos y 42 jornadas, eso sí, y uno de Copa. Solo aquellos ocho partidos de la segunda vuelta de una temporada de descenso duplican los del año 2025. Sirva como dato ilustrativo de a qué bajo nivel ha caído el actual Sevilla.

En 1968, el año del primer descenso, hubo 11 triunfos, sumando los cuatro de la segunda de la 67-68 más los siete, todos los jugados en casa, de la 68-69 ya en Segunda División. Y algo similar pasó en el año 2000, el del último descenso a Segunda: hubo nueve triunfos en Nervión, más del doble que en 2025, entre los tres de Liga de la 99-00 y los seis de la 00-01 ya en Segunda División el inicio de la era de Joaquín Caparrós.

El Sevilla de Matías Almeyda ha engordado las magras cifras de los triunfos en el Ramón Sánchez-Pizjuán durante 2025. Les ganó a Barcelona (4-1) y Oviedo (4-0) con sendas goleadas y sufriendo contra el Osasuna (1-0). Al menos dos de los cuatro triunfos fueron de disfrute. Porque el otro, de la temporada 24-25, fue sufriendo muchísimo ante un rival directo por evitar el descenso, Las Palmas (1-0) y con un solitario gol de cabeza de un futbolista del filial, Álvaro García Pascual, que se marchó tras cumplirse su contrato.

Con esos tres escuetos triunfos, el Sevilla de Almeyda se va al parón navideño como el decimocuarto mejor equipo en casa, con sólo diez puntos sumados en ocho partidos: a esas tres victorias hay que sumar un empate (contra el Elche) y cuatro derrotas. En cambio los números a domicilio esta Liga son mejores: es el octavo mejor visitante, también con diez puntos, aunque en nueve partidos. Es decir, ha sumado lo mismo fuera que en el ya perdido fortín de Nervión.

De los 18 encuentros oficiales disputados ante su gente, que sólo haya ganado cuatro en el peor año de la historia es un dato muy llamativo. Ni más ni menos que el fiel reflejo de la deriva del club en el rendimiento deportivo y en espera de un futuro muy incierto.

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