Es habitual ver a José Castro y más aún a Monchi presenciando el entrenamiento del Sevilla. No es nada extraordinario por tanto que ambos hayan coincidido en la sesión de este viernes, penúltima antes del viaje de este sábado a Madrid. Pero sí pone el acento en que el Sevilla, desde su más altas instancias, va a poner todo lo que tiene en su mano por dar el do de pecho en las cuatro últimas jornadas.

Con el gran objetivo de la temporada cumplido, al Sevilla le quedan retos importantísimos, como recordó este jueves Joan Jordán, con un discurso muy ambicioso. Jugar la Supercopa de España, quedar entre los tres primeros, incrementar los ingresos televisivos por el concepto de clasificación... Y todo eso aparte del honor de ganar de una vez al Madrid en su feudo 13 años después.

La presencia del presidente y el director deportivo general del Sevilla en el entrenamiento, en el Estadio Jesús Navas, donde se ubican ahora las oficinas de administración del club, responde a esa continuidad de la alerta deportiva pese a que el equipo ya logró el principal objetivo con cinco jornadas de anticipación.

Porque, además de que el Sevilla se garantiza ya los suculentos ingresos de la Champions, están en juego unos 7 millones de euros. Éste es el pellizco que, según avanza Muchodeporte, podría añadir el Sevilla al montante que cobrará por derechos televisivos la próxima temporada en caso de quedar tercero en lugar de cuarto. Y que podría incrementarse en otros 7 u 8 millones si fuera segundo... Y así sucesivamente.

En el baremo que LaLiga consensuó con los clubes para el reparto de los ingresos por televisión, hay unos porcentajes según la clasificación del año anterior y otro según la clasificación de los cinco años precedentes. Es decir, que cuanto más arriba quede en la tabla más cobra. Y la diferencia se va a unos cuantos de millones de euros, algo que en las actuales circunstancias de recesión general por la pandemia siempre agradecen los clubes.

El baremo de reparto, además, está regulado por el Real Decreto-ley 5/2015, de 30 de abril (RD), de medidas urgentes en relación con la comercialización de los derechos de explotación de contenidos audiovisuales de las competiciones de fútbol profesional.

El Sevilla cobró la temporada pasada 78,9 millones de euros por los derechos televisivos, habiendo quedado en la anterior campaña, la 18-19 sexto clasificado. Y en la presente campaña estaba previsto que cobrara 83,8 millones, según el presupuesto que presentó José María Cruz. La diferencia de casi 5 millones responde en gran medida a la distancia entre el cuarto puesto del año pasado y el sexto del anterior.

Pero es que por delante del cuarto puesto los porcentajes aumentan considerablemente. Así, según el baremo que regula el RD, en Primera División se tomarán en consideración los resultados deportivos de las cinco últimas temporadas, ponderándose los obtenidos en la última (es decir, la actual 20-21), un 35%, en la penúltima (19-20, el Sevilla fue cuarto) un 20%, y un 15% cada una de la tres anteriores (fue sexto, séptimo y cuarto). En Segunda División, en cambio, sólo se tiene en cuenta la última temporada.

El baremo para el reparto por clasificación es: el primero de la Liga cobrará un 17% del total; el segundo, un 15%; el tercero, un 13%; y el cuarto, un 11%. A partir del quinto ya decae al 9%, el sexto el 7% y el séptimo el 5% de esa cantidad relativa por clasificación. 

Además, no hay que obviar que si quedara entre los tres primeros y el cuarto no es el Barcelona, el Sevilla iría a la Supercopa de España, cuya participación también podría dejar en las arcas otra cantidad importante. La de 2021 por ejemplo dejó 800.000 a los dos semifinalistas (Real Madrid y Real Sociedad), 1,4 millones al finalista (Barcelona) y 2 millones para el ganador (el Athletic).

Este montante por la Supercopa de España fue inferior al presupuestado por la imposibilidad de jugarse en Arabia Saudí, país que iba a pagar una importante cantidad por el torneo.