El 21 de abril de 2021, en el Ciudad de Valencia, Youssef En-Nesyri marcó el decimoséptimo gol en la Liga. Aún le faltaría otro más para completar con 18 goles su mejor campaña, en la que jugó las 38 jornadas ligueras, además de hacer seis más en la Champions League para terminar con 24 tantos en 52 partidos. Un año después, y tras ser titular de nuevo en la visita al Levante, el delantero marroquí confirmó que atraviesa quizá su momento más bajo desde que está en la élite. Muy lejos queda aquel eslalon que remató con el gol del triunfo del Sevilla sobre el Levante: pase de Suso al espacio, carrerón del marroquí, recorte al portero hacia fuera y al defensor hacia dentro y disparo a puerta vacía. Un auténtico golazo.

¿Qué ha pasado en apenas un año para que En-Nesyri no sea el futbolista por el que varios clubes ingleses pujaron fortísimo, hasta el punto de que el Sevilla rechazó una oferta del West Ham de 30 millones por él? El marroquí ha sufrido la tormenta perfecta. Primero fue una lesión muscular enconada, de larga duración, que incluso afectó a las relaciones del Sevilla con la Real Federación de Marruecos. Luego llegó la Copa de África, aunque el futbolista fue liberado por la FIFA para poder jugar el primer partido de Liga en enero antes de marchar con Marruecos.

Pero el Covid-19 le impidió jugar aquel partido en Cádiz (0-1, sin su concurso) y luego marchó al torneo africano, quizá forzó su reaparición impelido por la emoción de representar a su país, que era favorito para ganar el título, y apenas marcó un gol antes de reincorporarse a la disciplina del Sevilla. No ha vuelto a marcar desde antes de su marcha a Camerún.

Su último tanto fue el 25 de septiembre ante el Espanyol (2-0). Era la séptima jornada y parecía que su temporada iba a seguir la línea ascendente de la anterior, sobre todo tras sus goles en la primera jornada sobre el Rayo Vallecano y la tercera en Elche. Pero en octubre empezaron los problemas musculares, que se enconaron y ya no volvió a jugar con el Sevilla hasta su vuelta de la Copa de África, salvo un ratito ante el Osasuna el 30 de octubre y otro rato ante el Barcelona, el 21 de diciembre, en lo que parecía que iba a ser su definitiva reaparición... Pero los problemas continuaron y desde la Copa de África ya no es el mismo.

Ni ha marcado ni su rendimiento se asemeja al futbolista que sorprendió a todo el mundo la temporada pasada: malos controles, remates desviados, movimientos extraños y más voluntad que acierto en cada una de sus apariciones.

Ahora, En-Nesyri afronta el sprint final de la temporada con la necesidad de reivindicarse. Una necesidad que comparte Julen Lopetegui, que tiene en él al único delantero centro específico disponible para el reencuentro de la Liga este viernes ante el Cádiz. Martial fue lesionado muscularmente por Camavinga y su periodo de baja es incierto. Y Rafa Mir vio la quinta amarilla frente al Levante y causa baja por sanción.

El foco, por tanto, se vuelve hacia En-Nesyri, con el Ramón Sánchez-Pizjuán ansioso por ver la recuperada versión de aquel futbolista que tenía desborde, potencia, un formidable juego aéreo y gol. Tanto gol como para hacer 24 en total la pasada campaña. Un abismo de distancia con el futbolista que ahora lleva tres y que no marca desde el 25 de septiembre, al margen del gol que le marcó a Malawi en Camerún el 25 de enero.

En su primera temporada en el Sevilla, al que llegó en enero de 2020, marcó 4 goles en 18 partidos de Liga, y otros 2 en 6 de Europa League. Antes, en el Leganés, había marcado también 4 goles en 18 partidos de Liga y 2 en tres de Copa. Y en la 18-19, en Butarque, terminó con 11 goles y dos asistencias en 34 partidos. Hay que remontarse a la temporada 16-17, cuando aún era un juvenil en el Málaga, para encontrar peores números que los actuales. Entonces, con 19 años y recién llegado de la Academia Mohamed VI de Fútbol, terminó la temporada con un gol tras su debut en Primera División. Luego llegaría su crecimiento y la apuesta de Monchi. Ahora le quedan cinco partidos para volver a ser el que prometía.