El triunfo del Sevilla en el Reale Arena fue más que merecido por la capacidad que tuvieron los sevillistas para reaccionar tras el gol inicial de Carlos Fernández. Las ocasiones fueron continuas y varias de ellas llegaron a través de Fernando, que no sólo defendió, como en él es habitual, sino que se proyectó en el ataque. Está claro que su físico agradece jugar una sola vez a la semana y Lopetegui le saca provecho a ello. 

Fernando | Si ya era bueno con dos a la semana, con un partido es brutal

El brasileño, con un partido a la semana, es sencillamente superlativo. Si ya era bueno con dos y con el desgaste que conlleva su tipo de fútbol, con ir y venir para tapar todos los huecos, con uno y con el físico a tope para cada cita es sencillamente espectacular. No es extraño que haya marcado sus dos primeros goles con esa frescura y que incluso tuviera opciones para hacer alguno más. Ésa es la gran diferencia, que no está obligado a dosificarse, sino que puede jugar siempre a tope en lo físico.

En-Nesyri | Se le perdona el error, porque ganó y por lo que generó

En el minuto 57 tuvo una ocasión que, salvando las distancias porque no hay dos situaciones iguales, sí recordó bastante a la que desperdició contra el Bayern en la Supercopa europea. La diferencia, lógicamente, es que no tuvo la misma trascendencia, porque su equipo ganó fundamentalmente. Además, también conviene matizar que aunque fue horrible, porque era facilísima, En-Nesyri había generado mucho y había anotado el 1-2. Eso sí, extrañó lo mal que remató tras su mejoría en la definición.

Rakitic | Le dio mucha salida y un poso de serenidad al equipo

Lopetegui introdujo al suizo en el campo cuando vio que los suyos comenzaban a sufrir, sobre todo porque la Real Sociedad jugaba demasiado cerca de Bono en esos momentos, pero con Rakitic ya todo se iba a calmar. El centrocampista le dio mucha tranquilidad al juego, jamás parecía ponerse nervioso y la pelota salía de atrás para pesar de la Real.

Papu Gómez | Este Sevilla generó más peligro con él ahí

No es cuestión de lanzar las campanas al vuelo por el último en llegar, entre otras cosas porque el Papu Gómez tampoco marcó tres goles ni tuvo una actuación soberbia. Pero sí rindió como se le pide y su equipo tuvo infinidad de ocasiones de gol con él muy cerca del punta en el centro del 1-4-2-3-1.