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Koundé, el cuento del lobo entre el Chelsea y el Sevilla

  • La supuesta oferta del Chelsea no acaba de concretarse por escrito y en el Sevilla destacan la implicación mostrada por el francés antes, durante y después del triunfo frente al Getafe

  • Delaney, el sexto fichaje, ya está en Sevilla

Koundé, durante el partido entre el Getafe y el Sevilla.

Koundé, durante el partido entre el Getafe y el Sevilla. / Europa Press

Una semana justa antes del 31 de agosto y la incertidumbre en el Sevilla respecto al futuro de Jules Koundé es absoluta. Las señales indican que el francés seguirá esta temporada a las órdenes de Julen Lopetegui, que el lobo, pese a los continuos amagos del pastor mentiroso, no ha acabado acudiendo a atacar el rebaño. Es la principal conclusión después de ver el comportamiento ejemplar del defensa central en la última cita contra el Getafe y no hay más que observar las imágenes del interior del vestuario para corroborarlo. Koundé era uno de los más felices con el gol de Lamela, se mostraba eufórico y en ningún momento transmitía que su salida sea inminente.

Hasta ahí lo que se refleja a través del propio futbolista, vía los sentimientos de un jugador implicado al 200 por ciento, que incluso también bromea como un niño antes de comenzar el encuentro con el segundo de Lopetegui, Pablo Sanz, como si nada alterase su ilusión.

Y la única realidad es que el Chelsea, pese a que se haya anunciado decenas de veces una ofensiva desde Inglaterra o desde medios de comunicación de otros países, con el consiguiente eco en las redes sociales, no ha llegado al Sevilla con una propuesta concreta en las cantidades que se estiman convenientes en Nervión para sentarse a negociar al menos.

Sí se produjeron amagos a través de diferentes intermediarios antes de que se abriera con fuerza la negociación para llevar a Romelu Lukaku de vuelta a Stanford Bridge procedente del Inter. Entonces, siempre según esas personas interpuestas y sin ninguna oferta oficial, llegaron al Sevilla cantidades en torno a los 50/55 millones de euros. También se apuntaba al deseo de incluir en la operación al lateral izquierdo italiano Emerson Palmieri o al defensa central francés Kurt Zouma.

El Sevilla llegó a estudiar esa posibilidad en una reunión de su consejo de administración y la respuesta de José Castro y José María del Nido Carrasco, los dos consejeros delegados, fue contundente para el director deportivo, Monchi. La cantidad de partida tenía que estar por encima de los 70 millones de euros y todo lo que fuera menos de eso sería rechazado por la entidad sevillista.

Desde ese momento ya todo quedó parado, no se volvió a producir ningún movimiento concreto por mucho que en el Sevilla sigan estando con las orejas tiesas pensando en la posibilidad de que el Chelsea acopie el dinero necesario a través de sus traspasos y sus cuentas para acometer el fichaje de Koundé. Dentro de ese cuento del pastor, el lobo y las ovejas, lo cierto es que Zouma no acaba de ser transferido nunca al West Ham United (ayer otra vez parecía que era un hecho y alguna vez seguro que acabará siéndolo, o no) y la posibilidad de una negociación seria no acaba de producirse cuando se entra en la última semana del mercado.

¿Qué consecuencias tiene esto? Sencilla, Monchi tenía previstas dos operaciones de contratación de centrales de un nivel alto, lógicamente ni muchísimo menos del que tiene Koundé en la actualidad, y cada día que pasa se hace más complicado cerrarlas en tan breve espacio de tiempo. Así que lo normal es, si el Chelsea no acelera a fondo en estos días, lo cual se ve como improbable ya, que el gran central francés siga a las órdenes de Lopetegui.

El lenguaje gestual del propio futbolista tranquiliza muchísimo dentro del Sevilla, pues está claro que Koundé, como hiciera Daniel Alves en una situación muy parecida hace algunos años, no va a forzar absolutamente nada y sí seguirá jugando al máximo nivel para el equipo sevillista en una temporada que ilusiona muchísimo en Nervión. En caso de no salir finalmente, se supone que el siguiente paso sería una renegociación de sus emolumentos para situarlo en un estatus superior, el que se merece por su nivel, dentro de la actual escala salarial de toda la plantilla.

Pero para eso aún faltarían días, los que deben transcurrir hasta un cierre del mercado que sí debe tener ocupado a Monchi en otras tareas, fundamentalmente a la hora de descargar la plantilla. La ausencia de De Jong, Munir y Pozo en una convocatoria con Iván y Pedro Ortiz, ambos del filial, no podía ser más clarificadora. Los tres deben salir de aquí al 31 de agosto, aunque todo conduce a pensar que el Sevilla difícilmente va a ingresar cantidades en concepto de traspasos por ellos. Todo lo más en el caso del delantero holandés. Cesiones, compartiendo incluso las fichas, parecen mucho más cercanas en este sentido. Algunos medios sí situaban a Munir cedido con obligación de compra en el Alavés, pero habrá que ver la veracidad de la noticia.

Son las situaciones que se producen en un mercado con todos los clubes jugando con las apreturas de quien está al otro lado de la mesa de la negociación. Algo similar al caso del Sevilla con el Borussia Dortmund con el danés Delaney. El futbolista eligió a la entidad nervionense y por ahí fue la guerra de nervios, por esperar el máximo, aunque el riesgo siempre es que todo se rompa al final y el camino deba virar hacia otro lado. Así está la partida de póquer para el Sevilla, para el PSV, para el Dortmund y para todos. La cuestión es ¿cuál será la carta del Chelsea con Koundé? A día de hoy, sólo el Chelsea lo sabe, ni siquiera en el Sevilla están seguros de qué pasará antes del día 31 de agosto.

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