Koundé había recibido multitud de piropos por su rendimiento frente al Rennes en su reaparición en la Liga de Campeones, pero, paradójicamente, fue protagonista directo del error que condujo a la remontada del Athletic. Sin embargo, el central sevillista no fue el único culpable, ni siquiera el principal, pues el rendimiento de todos los futbolistas que entraron de refresco con tiempo para remediar cosas fue nulo. Igual que la elección de los cambios por parte de Lopetegui y su cuerpo técnico tampoco fue muy acertada, todo lo contrario de Garitano en el Athletic, donde Muniain y Sancet fueron los autores de los dos goles.

Koundé | El exceso de azúcar nunca es bueno del todo, balón perdido y 2-1 de Sancet

El fútbol es caprichoso y siempre depara situaciones inesperadas. El exceso de halago por la actuación de Koundé ante el Rennes llevaba camino de repetirse a la vista del primer tiempo del central francés. Pero hasta que no acaba un partido puede pasar de todo y a él le robaron de manera innecesaria el balón que acabó en el 2-1.

En-Nesyri | Ni siquiera el gol puede ocultar su impericia a la hora de interpretar el juego

Lopetegui lo situó en el costado izquierdo de partida para que desde allí permutara con De Jong y fuera capaz de sorprender por el centro. Estuvo a punto hacerlo en el minuto 5 y lo logró con la ayuda de Yeray, lo que ya debía ser un salvoconducto para ser valorado. Pero le cuesta tanto interpretar con inteligencia el juego que resta...

Joan Jordán | Manejó el litigio hasta que Raúl García lo echó

La exhibición del catalán estaba siendo portentosa durante los primeros 25 minutos del litigio, pero de repente en una jugada se puso a protestarle de manera desesperada a Del Cerro y desde ahí bajó todo. ¿La causa? Un encontronazo con Raúl García, lo normal.

Franco Vázquez | La vez que más ha jugado y ¿para qué?

Puede ser esta cita ante el Athletic una de las que más minutos ha sumado con Lopetegui, al menos en los últimos tiempos. Salió por En-Nesyri y lo colocaron casi de extremo/interior izquierdo. Y ahí, en una banda, fue un cero a la izquierda, uno menos.