Nervión, un bálsamo según lo previsto

Levante, Dudelange y Getafe. Tres citas en sólo siete días en el Sánchez-Pizjuán de vital importancia para el proyecto antes de empezar la subida de un empinado noviembre con otros cuatro compromisos de los que tres de ellos, los de Liga, son nada menos que contra Valencia, Atlético de Madrid y Betis.

El proyecto de Julen Lopetegui, que había quedado algo tocado tras un doloroso 4-0 en contra frente al Barcelona tanto por el resultado como por la manera en la que se dio –con tres goles en contra en ocho minutos después de ofrecer una buena imagen en el Camp Nou–, se jugaba muchas cosas en una semana en la que se citaba hasta tres veces con su afición en el Sánchez-Pizjuán.

De momento, el Sevilla ha solventado dos de esos tres compromisos ineludibles. Queda la visita del Getafe, un rival que la pasada campaña le arrebató la quinta plaza en la clasificación final de la Liga y, en un pésimo partido de los de Caparrós en el Coliseum Alfonso Pérez, sus opciones de Champions.

La faena deben rematarla los blancos este domingo ante los de José Bordalás, pero dos tercios de la empresa sí se han cumplido. Faltó poco para que la semana empezara con mal pie ante el Levante, pero el oportuno cabezazo de De Jong resolvió una cita muy importante y que, de no haberlo hecho, hubiese acrecentado las dudas. Los tres puntos sumados ante los granotas –aunque fuese con un gol en el minuto 86– evitaron muchos disgustos al entrenador guipuzcoano, que hace bien de no fiarse de ningún rival, ni siquiera del Dudelange.

También resolvió la tropa nervionense el trámite del jueves en la Europa League según lo previsto, aunque quizá lo deseable hubiese sido no haber esperado hasta el segundo tiempo para inaugurar el marcador y evitar un susto como el que el equipo luxemburgués dio antes del descanso. Pero la lógica es la lógica y la mayor calidad se comportó como tal con un protagonista por encima de todos, Franco Vázquez.

Pero para el Sevilla es fundamental hacer pleno ante el Getafe este domingo y llenar el zurrón antes de la llegada de un mes de noviembre muy exigente en el que Lopetegui no puede asegurar que vaya a sumar todos los puntos en juego. Tras el paso de los azulones por Nervión, al Sevilla le espera una visita a un rival directo, el Valencia, en Mestalla en miércoles, seguida sólo cuatro días después, el domingo, de la comparecencia del Atlético de Diego Simeone en el Sánchez-Pizjuán.

Son, sin lugar a dudas, dos de las citas más exigentes que tiene el Sevilla en toda la temporada por potencial de los rivales, de ahí que Lopetegui deba afinar bien en la gestión de los esfuerzos y los movimientos de banquillo. Esa última semana antes del parón de noviembre la va a completar el equipo del de Asteasu con un viaje a Luxemburgo para devolver la visita al Dudelange y, sólo tres días después, con uno de los partidos con más carga sentimental del torneo liguero por la eterna rivalidad como es el primer derbi en el Benito Villamarín.

Por todo eso, ganar estos tres partidos estaba marcado a fuego. Dos ya están en el saco, pero queda el del Getafe.