Fue el quinto gol, en el minuto 82 de un partido que resolvió Marruecos ante una Guinea-Bisáu que estaba mermada de efectivos por el Covid-19. Pero fue un gran gol. Al espacio, rompiendo por el carril del 10, por el centro, a pase de Boufal y batiendo al portero rival con seguridad, con su mejor pierna, la izquierda. Munir se reencontró con el gol ocho meses después de la última vez que cantó uno con la camiseta del Sevilla. Y eso puede revitalizarlo.

El delantero de El Escorial luchó muchísimo para poder jugar con Marruecos y ya encuentra sus frutos. Este sábado tendrá una nueva oportunidad de jugar, al devolver la visita a Guinea-Bisáu. Y el martes, otra vez en casa ante Guinea, un partido que debió jugarse en el país centroafricano pero lo impidió el golpe de estado en septiembre.

Munir no fue titular, salió más allá de la hora de juego, pero se unió a la fiesta de Marruecos. Hacía casi ocho meses que no marcaba ningún gol. La última vez fue ante el Huesca en Nervión (1-0). Hizo el único gol del partido, de cabeza a centro medido de Óliver Torres desde la línea de fondo, el 13 de febrero de este año.

Luego le llegó el esperadísimo debut con Marruecos, el 26 de marzo ante Mauritania;el primer gol con su selección, el 30 de marzo ante Burundi, que fue además el de la victoria en esa segunda cita de la Copa Africana de Naciones (1-0). Y de pronto desapareció de las alineaciones de Lopetegui. Apenas apareció dos ratitos a domicilio con el Celta y el Levante e incluso se cayó de las convocatorias. Incluso pudo salir este verano. Y este gol lo animará de nuevo seguramente.