Sevilla - Athletic

Marcelino, otra vez en Nervión

Marcelino le da el balón a Sergiño Dest ante Muniain en su última visita a Sevilla, la final de Copa ante el Barça.

Marcelino le da el balón a Sergiño Dest ante Muniain en su última visita a Sevilla, la final de Copa ante el Barça. / Julio Muñoz / Efe

Las circunstancias de la pandemia, unidas a las de un fútbol condicionado por ésta, han propiciado un curioso puente aéreo entre Bilbao y Sevilla que ya ha utilizado el Athletic de Marcelino cinco veces en lo que va de año. Este domingo, cuando aterrice de nuevo en el aeropuerto de San Pablo para jugar el lunes en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el ex técnico sevillista hollará una tierra que le fue hostil en su aventura nervionense por sexta vez en este año 2021. Y lo hará con la intención de pinchar el globo del Sevilla: el Athletic aún tiene esperanzas en coger uno de los últimos billetes para Europa, aunque sea el vagón de cola de la Conference League. Pero el Sevilla de Julen Lopetegui se juega mucho más, nada menos que seguir vivo en la lucha por el título de Liga.

Curiosamente, el asturiano no se enfrenta al Sevilla desde hace más de dos años y, además, ahora será la primera vez que se mida frente a frente con Julen Lopetegui. Se trata de un duelo táctico inédito de dos estilos muy distintos y con muchísimo en juego. El partido presenta múltiples lecturas.

La última vez que Marcelino se sentó en el banquillo visitante del Ramón Sánchez-Pizjuán fue el 31 de marzo de 2019. Entonces, como técnico del Valencia, ambos equipos se jugaban mucho y fue un partido muy tenso y con polémica. El Sevilla de Joaquín Caparrós reclamó un penalti al final del partido sobre Gonalons que no fue revisado siquiera por el VAR, en la primera temporada del videoarbitraje, que hubiese igualado el no menos polémico penalti que sirvió para que Parejo marcase a Javi Díaz, que fue el portero aquel día, el único tanto del partido.

La penúltima vez que Marcelino, también con el Valencia, se midió al Sevilla en el Sánchez-Pizjuán sí protagonizó una severa e inapelable lección táctica, con un juego impecable al contragolpe y clara victoria por 0-2, sobre el equipo de Vincenzo Montella.

Ahora, el claro favorito es el Sevilla, que llega lanzado a este impresionante e inesperado sprint final, como el cuarto de los postulantes al título de Liga y animado por el triunfo del Granada, última víctima de los de Lopetegui, sobre el Barcelona en el Camp Nou.

El Sevilla llega espoleado por la realidad de que está a tres puntos del líder; también por haber conseguido ya, con cinco jornadas de antelación, su objetivo principal de jugar la Champions; además, tiene las inyecciones anímica y física de sentirse fuerte, con energía recargada desde el último parón; e incluso tiene el prurito de repetir aquel esplendoroso final de temporada de la 19-20 en Alemania, cuando fue un vendaval imparable ante rivales a priori superiores, deportiva y/o presupuestariamente, como la Roma, el Wolverhampton, el Manchester United y el Inter.

El Athletic, en cambio, llega a este tramo final del curso sacando la lengua, en la que será su sexta visita a la capital hispalense desde enero. Marcelino empezó con muy buen pie el año y su singladura en el banquillo del Athletic, ganando en el Estadio de la Cartuja la Supercopa de España al Barcelona, después de eliminar en Málaga al Real Madrid. Fueron sus primeros pasos como técnico del Athletic –debutó en San Mamés ante el Barcelona en Liga, 2-3–, tras relevar en el banquillo a Gaizka Garitano. En febrero, su Athletic, tras un gol de cabeza de Raúl García en el minuto 94, eliminó al Betis de la Copa en los penaltis. Ya en abril disputó las dos finales de Copa, perdiéndolas ambas ante Real Sociedad y Barcelona, antes de no ser capaz de superar al Betis en Liga pese la expulsión de Fekir en el minuto 11.

Ahora su sexto regreso a Sevilla este año será a Nervión, donde fue técnico apenas unos meses. No completó la primera vuelta y, tras caer ante el Villarreal en casa, fue sustituido por Míchel, en la temporada 2011-12. Monchi reconoció alguna vez que lo de Marcelino es una espina clavada, y que no tuvo el contexto más idóneo. Era una plantilla ya veterana, que tuvo problemas internos y a la que los nuevos no terminaron de acoplarse. También estuvo minada por la eliminación en la previa de la Europa League ante el Hannover 96. Y dejó mejor recuerdo en el club que en la afición. Por ello, la vuelta de Marcelino a Nervión siempre tiene su toque morboso. Máxime con todo lo que hay en juego...

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios